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Alonso dice que las células islamistas desarticuladas enviaban por separado terroristas a Irak

La principal función de las dos células islamistas desarticuladas en sendas operaciones de la Policía y de la Guardia Civil era el reclutamiento y envío de terroristas a Irak, como ya ocurrió en 2003 cuando el grupo de detenidos en Vilanova i la Geltrú facilitó a un argelino su viaje allí para que terminara inmolándose en un atentado contra las tropas italianas, en una acción terrorista que costó la vida a veinte personas. Los detenidos finalmente en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) han sido 16, mientras que en Madrid han detenido a tres y otro más en Lasarte (Guipúzcoa).

La principal función de las dos células islamistas desarticuladas en sendas operaciones de la Policía y de la Guardia Civil era el reclutamiento y envío de terroristas a Irak, como ya ocurrió en 2003 cuando el grupo de detenidos en Vilanova i la Geltrú facilitó a un argelino su viaje allí para que terminara inmolándose en un atentado contra las tropas italianas, en una acción terrorista que costó la vida a veinte personas. Los detenidos finalmente en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) han sido 16, mientras que en Madrid han detenido a tres y otro más en Lasarte (Guipúzcoa).
L D (Europa Press) El ministro del Interior ratificó que ambos grupos se mantenían "interrelacionados entre sí", mediante relaciones personales entre miembros de los dos grupos, según dijeron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista. Las operaciones de Policía y Guardia Civil parte de investigaciones realizadas por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que determinó ramificaciones de estos grupos en Francia, Bélgica, Holanda, Argelia, Marruecos, Turquía, Siria e Irak.

La "Operación Chacal" fue puesta en marcha a partir de las tres de la mañana por la Guardia Civil, por la que fueron detenidos siete marroquíes y un español en Vilanova. El grupo al que presuntamente pertenecen reclutaba y adoctrinaba a islamistas radicales, por una parte, y, por otra, daba apoyo logístico a las redes que envían terroristas suicidas a Irak, a través de Siria, Jordania y otros países del entorno, alojándoles de camino a su destino final. El grupo asentado en Barcelona facilitaba fondos para que los terroristas viajaran, dinero que obtenían a través de un entramado económico basado en "negocios pantalla", con apariencia legal.

Una de esas personas fue un ciudadano argelino que acabó estrellando un camión con explosivos contra la base italiana en Nasiriya el 12 de noviembre de 2003, causando la muerte de doce carabinieri, cinco militares, dos civiles italianos y nueve iraquíes. Alonso no precisó si este individuo fue captado en España, pero sí dijo que la vinculación de la célula desarticulada con aquel atentado ha sido posible gracias a la colaboración de los laboratorios de las policías científicas española e italiana.

Según informaba el ministro Alonso, el inicio del envío de terroristas a Irak comenzó a finales de 2003, y el argelino debió de ser uno de los primeros en ser reclutados. Meses después, a mediados de 2004, un grupo de marroquíes que había seguido el mismo camino y regresaba a España fue detenido por las autoridades sirias y enviados a su país de origen tras haber combatido, según Alonso, a las órdenes del jefe de Al Qaeda en Irak, Ayman Al Zarqawi.

De forma simultánea a esta labor de reclutamiento y envío a Irak, el grupo de Vilanova se dedicaba a financiar las actividades del Grupo Islámico de Combatientes Marroquíes (GICM), que ya ha sufrido varios golpes policiales en España y al que los Servicios de Información relacionan, entre otros, con los atentados de Casablanca y Madrid, además de considerarlo uno de los grupos salafistas más activos y con mayor presencia en el norte de Africa y por toda Europa. El otro grupo vinculado a las operaciones de este martes es el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), del mismo credo radical que el GICM, similar implantación en los mismo territorios, pero de origen argelino, de hecho resultó de una escisión del GIA.

Los detenidos en la "Operación Chacal" pasarán a disposición judicial el próximo viernes, día en el que los ocho arrestados tendrán que prestar declaración ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu.

La célula de Madrid enviaba terroristas a Al-Zarqaui

Por su parte, la Policía puso en marcha la madrugada del martes la "Operación Camaleón" contra una célula cuya base estaba en Madrid y mantenía ramificaciones en Barcelona. Al igual que el otro grupo, éste reclutaba, adoctrinaba y enviaba a los islamistas radicales, a algunos desde España y a otros les ayudaba en su tránsito hacia el país del Golfo Pérsico, procedentes del norte de África.

Su destino eran los grupos dirigidos por Ayman Al-Zarqaui, jefe de Al-Qaeda en Irak con quien el líder del grupo desarticulado por la Policía el pasado 19 de diciembre mantuvo varios contactos. Sin embargo, fuentes jurídicas informaron de que ese grupo de la Costa del Sol y el que fue objeto de la operación policial de este martes no estaban relacionados. Pero la labor de este grupo no acababa en el envío a Irak, ya que, según explicó Alonso, cuando algunos terroristas regresaban les acogía y alojaba. Estos se dedicaban entonces a seleccionar y preparar a nuevos reclutas.

Podrían haber cometido acciones violentas en España

Al frente de este grupo figuraba un ciudadano argelino, "viejo conocido" de los Servicios de Información españoles y que habría recibido adoctrinamiento en Afganistán, condición indispensable para liderar este tipo de grupos. Antes de ser detenido, se dedicaba a obtener "información operativa sobre posibles objetivos", según Interior, y a financiar estructuras asentadas en el exterior de España por medio de sus contactos con un marroquí.

La Policía, dijo Alonso, tiene certeza de que esta célula "estaba muy articulada, muy estructurada, y en el futuro podrían haber podido cometer acciones violentas en algún país europeo y también, desde luego, también en España". De hecho, este marroquí podría tener conocimientos en la detonación de artefactos explosivos, así como de electricidad y eectrónica, informó el Departamento que encabeza José Antonio Alonso.  

Los doce arrestados en la "Operación Camaleón" de la Policía comparecerán ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número Cinco, Fernando Grande-Marlaska, el próximo sábado. Además del argelino y el marroquí, han sido detenidos en esta operación otros ocho ciudadanos de esta última nacionalidad, dos españoles y un tunecino. En total se han practicado una veintena de registros, entre domicilios y locales –incluida la mezquita de Vilanova—, en los que se ha incautado abundante documentación en soporte de papel e informático.

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