L D (EFE) "Tantas ganas de empezar y de ganar, por tantos motivos y creo que Ducati me ha ofrecido esas motivaciones, por lo que estoy plenamente convencido de que llegaré al principio del Mundial con una fuerza física como nunca hasta ahora y seguramente no habrá otro año tan cargado para mí de valores que éste y si éste sale bien el de 2007 será todavía un año más fuerte", ha anunciado taxativamente Sete Gibernau, subcampeón mundial de MotoGP en 2004.
Gibernau reconocía desde el principio que se había "sentido muy apreciado por Ducati y es una satisfacción estar en un equipo que cuenta con la experiencia de Ducati tanto en MotoGP como en Superbikes y creo que por esta y muchas más razones en 2006 nos divertiremos si bien es cierto que el reto que afrontamos será muy duro y que tendremos mucho trabajo por delante pues el objetivo es muy claro, dar siempre el máximo y tendremos que creer siempre en nosotros mismos, sin fijarnos para nada en los demás".
El piloto español reconoce que su nueva moto va a ser muy distinta a la Honda RC 211 V que pilotó en las últimas temporadas y "por ello deberé acostumbrarme a la moto, cambiar algunas cosas en mi conducción y luego aclimatar el desarrollo de la moto, que tiene un grandísimo potencial, a mis particularidades. Primero tengo que entender la moto, pues es muy diferente y no tengo puntos de referencia, sé que no puede reaccionar como una Honda pero para eso vamos a trabajar y la fase de desarrollo habrá que hacerla en función de nuestras necesidades". "Espero que toda la experiencia que he acumulado en años anteriores me permita conseguir los frutos apetecidos, pero hay una cosa que es incuestionable y es que desde el primero hasta el último integrante del equipo deberá dar el máximo en todo momento pues tengo claro que de lo que se trata este año es de hablar poco y trabajar mucho", comentaba muy ilusionado Gibernau.
Sin embargo, para poder afrontar con garantías el 2006, resultó inevitable que Sete Gibernau echase la vista atrás y reconociese que "el 2005 fue un año muy fuerte para mí, no dio buenos resultados pero trabajamos mucho, en ocasiones demasiado y no conseguimos la constancia necesaria. He ganado y perdido carreras y sé perfectamente porqué ha sido y precisamente por esa razón puedo afirmar que Ducati tiene ya un equipo ganador, pero necesita tenerlo en todas las carreras". "El pasado año traté de dar los mejores resultados, pero sólo me quedo con el hecho de que fue un año difícil y con que no quiero cometer este año los mismos errores. Sé muy bien lo que pasó y no fue un solo motivo en particular, sino un pequeño paquete de cosas y por eso para este año estoy tranquilo. Tengo lo que quiero", afirmaba Gibernau.
"Es un equipo pequeño pero convencido de lo que hace tecnológicamente y por ello está a la altura de Honda y Yamaha y en ese sentido no creo que yo tenga nada que decirles que ya no sepan, pero si es verdad que tendremos que trabajar mucho, pues sólo estamos Loris y yo, mientras que Honda tiene siete pilotos en pista y Yamaha cuatro y acumula mucha más información", indica Sete. "Me ha llegado la oportunidad de entrar en Ducati en un momento muy bueno para mí y si estoy aquí es porque quiero ser competitivo desde la primera carrera y sabemos lo que tenemos que mejorar, aunque es difícil saber que es lo que haremos en la primera carrera, pero no nos debemos desalentar si entonces no llegan los resultados, aunque estoy convencido de que podrán llegar rápido y obtendremos un buen equilibrio, pero lo importante será saber en donde está ese equilibrio respecto de la competencia", agrega el piloto español.
En un pequeño resumen de la situación, Sete Gibernau pormenorizaba al afirmar que Loris Capirossi había hecho una muy buena evolución de la moto, en la que su técnico Juan Martínez podía aportar datos muy importantes, y Ducati puede ofrecer la tecnología adecuada para ganar, por lo que todos están listos para luchar y sólo se dependerá de ellos mismos.
Gibernau reconocía desde el principio que se había "sentido muy apreciado por Ducati y es una satisfacción estar en un equipo que cuenta con la experiencia de Ducati tanto en MotoGP como en Superbikes y creo que por esta y muchas más razones en 2006 nos divertiremos si bien es cierto que el reto que afrontamos será muy duro y que tendremos mucho trabajo por delante pues el objetivo es muy claro, dar siempre el máximo y tendremos que creer siempre en nosotros mismos, sin fijarnos para nada en los demás".
El piloto español reconoce que su nueva moto va a ser muy distinta a la Honda RC 211 V que pilotó en las últimas temporadas y "por ello deberé acostumbrarme a la moto, cambiar algunas cosas en mi conducción y luego aclimatar el desarrollo de la moto, que tiene un grandísimo potencial, a mis particularidades. Primero tengo que entender la moto, pues es muy diferente y no tengo puntos de referencia, sé que no puede reaccionar como una Honda pero para eso vamos a trabajar y la fase de desarrollo habrá que hacerla en función de nuestras necesidades". "Espero que toda la experiencia que he acumulado en años anteriores me permita conseguir los frutos apetecidos, pero hay una cosa que es incuestionable y es que desde el primero hasta el último integrante del equipo deberá dar el máximo en todo momento pues tengo claro que de lo que se trata este año es de hablar poco y trabajar mucho", comentaba muy ilusionado Gibernau.
Sin embargo, para poder afrontar con garantías el 2006, resultó inevitable que Sete Gibernau echase la vista atrás y reconociese que "el 2005 fue un año muy fuerte para mí, no dio buenos resultados pero trabajamos mucho, en ocasiones demasiado y no conseguimos la constancia necesaria. He ganado y perdido carreras y sé perfectamente porqué ha sido y precisamente por esa razón puedo afirmar que Ducati tiene ya un equipo ganador, pero necesita tenerlo en todas las carreras". "El pasado año traté de dar los mejores resultados, pero sólo me quedo con el hecho de que fue un año difícil y con que no quiero cometer este año los mismos errores. Sé muy bien lo que pasó y no fue un solo motivo en particular, sino un pequeño paquete de cosas y por eso para este año estoy tranquilo. Tengo lo que quiero", afirmaba Gibernau.
"Es un equipo pequeño pero convencido de lo que hace tecnológicamente y por ello está a la altura de Honda y Yamaha y en ese sentido no creo que yo tenga nada que decirles que ya no sepan, pero si es verdad que tendremos que trabajar mucho, pues sólo estamos Loris y yo, mientras que Honda tiene siete pilotos en pista y Yamaha cuatro y acumula mucha más información", indica Sete. "Me ha llegado la oportunidad de entrar en Ducati en un momento muy bueno para mí y si estoy aquí es porque quiero ser competitivo desde la primera carrera y sabemos lo que tenemos que mejorar, aunque es difícil saber que es lo que haremos en la primera carrera, pero no nos debemos desalentar si entonces no llegan los resultados, aunque estoy convencido de que podrán llegar rápido y obtendremos un buen equilibrio, pero lo importante será saber en donde está ese equilibrio respecto de la competencia", agrega el piloto español.
En un pequeño resumen de la situación, Sete Gibernau pormenorizaba al afirmar que Loris Capirossi había hecho una muy buena evolución de la moto, en la que su técnico Juan Martínez podía aportar datos muy importantes, y Ducati puede ofrecer la tecnología adecuada para ganar, por lo que todos están listos para luchar y sólo se dependerá de ellos mismos.