L D (EFE) Sin esa chispa que hace brillar a los campeones, Ferrero parecía perdido. Pero en una reacción espectacular recuperó la fuerza y terminó levantando los brazos en signo de victoria tras vencer a Tipsarevic por 6-3, 3-6, 5-7, 6-3 y 6-2. El público de la Vodafone Arena comprendió perfectamente el esfuerzo del valenciano, su reacción y el coraje que exhibió para hacerse con un partido que tenía perdido con dos sets a uno. Y lo más importante, aplaudió la clase de Juanqui y su generoso esfuerzo. El serbio se destapó como un jugador más que peligroso. Campeón júnior de este torneo en 2001, este año ha accedido al cuadro principal procedente de la fase previa, y en el partido contra Ferrero dio muestras de un saque más que efectivo, una derecha recta y profunda, y sobre todo una gran capacidad de aguante.
Juan Carlos comenzó con el mismo juego letal con el que destrozó al checo Thomas Zib en su primer compromiso, pero a partir del segundo set, bajó el pistón. Desaprovechó luego una ventaja de 5-2 en el tercero y dos puntos de set que le hubiera venido de maravilla. Y ahí Tipsarevic se creció mucho mas, conecto más aces (17 al final) y tomó el mando. En el rostro de uno y otro se reflejaba el marcador, pero en su fuero interno Juan Carlos sabía que no podía dejar escapar este partido. Una derrota en la segunda ronda le hubiera hecho volver a 2001, cuando cayó con el australiano Adrian Ilie. Y no lo consintió. Fue entonces cuando salió a relucir el mejor Ferrero, que incluso se atrevió a variar su esquema y cerrar los puntos, por fin, más adelante. Tipsarevic notó el empuje y cedió por fin. El próximo rival del tenista de Onteniente será el alemán Nicolas Kiefer, que se ha clasificado tras vencer al serbio Boris Pashanski por 4-6, 6-1, 6-4 y 6-1.
Juan Carlos comenzó con el mismo juego letal con el que destrozó al checo Thomas Zib en su primer compromiso, pero a partir del segundo set, bajó el pistón. Desaprovechó luego una ventaja de 5-2 en el tercero y dos puntos de set que le hubiera venido de maravilla. Y ahí Tipsarevic se creció mucho mas, conecto más aces (17 al final) y tomó el mando. En el rostro de uno y otro se reflejaba el marcador, pero en su fuero interno Juan Carlos sabía que no podía dejar escapar este partido. Una derrota en la segunda ronda le hubiera hecho volver a 2001, cuando cayó con el australiano Adrian Ilie. Y no lo consintió. Fue entonces cuando salió a relucir el mejor Ferrero, que incluso se atrevió a variar su esquema y cerrar los puntos, por fin, más adelante. Tipsarevic notó el empuje y cedió por fin. El próximo rival del tenista de Onteniente será el alemán Nicolas Kiefer, que se ha clasificado tras vencer al serbio Boris Pashanski por 4-6, 6-1, 6-4 y 6-1.
Ferrero se une en esa ronda a Tommy Robredo, Feliciano López y David Ferrer, ya clasificados el miércoles. Pero en el grupo faltará Fernando Verdasco, que eliminado por Vliegen al perder por 3-6, 6-2, 7-6 (7-4) y 7-5 en un encuentro en el que madrileño desperdició una ventaja de 4-0 y 5-1, cuando no supo concretar sus opciones y al final cedió este parcial en el desempate. Los problemas de Verdasco con su servicio se materializaron en la escalofriante cifra de 20 dobles faltas. "Tengo ese problema desde el Masters Series de Madrid y espero que pase pronto", reconocía el jugador, "algunas veces he tenido crisis así con la derecha o el revés y acaban solucionándose, espero que con esta sea pronto".
La alegría para el tenis femenino español ha sido el resurgir de Sánchez Lorenzo, que se ha impuesto a Anna Lena Groenefeld por 4-6, 6-4 y 6-1. En un día de muchos grados a la sombra, la salmantina estuvo a punto de claudicar. "Padezco migrañas y con el calor la situación se hace casi imposible", decía, aunque supo adaptarse, pidió hielo a mansalva y al final sacó adelante el partido para colocarse en la tercera ronda, donde ya estaba Virginia Ruano y a sólo un paso de igualar su mejor marca en el Grand Slam, los octavos de final que logró en Melbourne en 1999. María Antonia se enfrentará en esa ronda a la italiana Francesca Schiavone, finalista la pasada semana en Sydney y que ha vencido a la colombiana Catalina Castaño en tres sets.
La alegría para el tenis femenino español ha sido el resurgir de Sánchez Lorenzo, que se ha impuesto a Anna Lena Groenefeld por 4-6, 6-4 y 6-1. En un día de muchos grados a la sombra, la salmantina estuvo a punto de claudicar. "Padezco migrañas y con el calor la situación se hace casi imposible", decía, aunque supo adaptarse, pidió hielo a mansalva y al final sacó adelante el partido para colocarse en la tercera ronda, donde ya estaba Virginia Ruano y a sólo un paso de igualar su mejor marca en el Grand Slam, los octavos de final que logró en Melbourne en 1999. María Antonia se enfrentará en esa ronda a la italiana Francesca Schiavone, finalista la pasada semana en Sydney y que ha vencido a la colombiana Catalina Castaño en tres sets.