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Sadam Husein es expulsado de la sala del tribunal tras la reanudación del juicio

El nuevo juez del tribunal que juzga al ex presidente iraquí Sadam Husein y a siete de sus asesores ordenó hoy expulsar al ex dictador y a su hermanastro Barzan Tikriti de la sala del tribunal poco después de reanudarse la vista del proceso. Según fuentes judiciales, el juez kurdo Rauf Rashid Abdelrahman ordenó sacar por la fuerza a Barzan de la sala del tribunal tras una fuerte discusión entre ellos. El juicio ha vuelto a ser aplazado, esta vez hasta el miércoles.

El nuevo juez del tribunal que juzga al ex presidente iraquí Sadam Husein y a siete de sus asesores ordenó hoy expulsar al ex dictador y a su hermanastro Barzan Tikriti de la sala del tribunal poco después de reanudarse la vista del proceso. Según fuentes judiciales, el juez kurdo Rauf Rashid Abdelrahman ordenó sacar por la fuerza a Barzan de la sala del tribunal tras una fuerte discusión entre ellos. El juicio ha vuelto a ser aplazado, esta vez hasta el miércoles.
L D (EFE) Una discusión similar ocurrió minutos después entre Sadam y el juez quien tomó una decisión similar contra el ex dictador, así como contra otros dos acusados, entre ellos el ex vicepresidente iraquí Taha Yasin Ramadan.

Las mismas fuentes indicaron que varios de los abogados de la defensa decidieron abandonar la sala del tribunal en protesta por la expulsión de cuatro de los ocho juzgados, acusados todos ellos de crímenes contra la humanidad.
 
El juez ordenó el nombramiento de letrados iraquíes para sustituir a los abogados de la defensa que se retiraron de la sesión, y acusó a los cuatro juzgados que expulsó de "no respetar al tribunal".

En la sesión de este domingo, la octava desde el inicio del proceso el 19 de octubre, el tribunal de cinco jueces escuchó el relato de tres testigos, dos mujeres y un hombre, que declararon ocultos tras una cortina por razones de seguridad. Con sus declaraciones, son ya 17 los testimonios escuchados en el tribunal que juzga a Sadam y sus colaboradores por la matanza de 148 civiles chiíes en 1982 en una aldea situada al norte de Bagdad, por la que podrían ser sentenciados a muerte.

Sadam desafió al nuevo presidente del tribunal y, una vez ordenada su expulsión, le replicó que podía juzgarle en ausencia pero no podría impedir que rechazara cualquier letrado en sustitución de sus defensores, que abandonaron la sala en solidaridad con sus defendidos. "Tengo el derecho de aceptar o rechazar a cualquier abogado, el mismo que tiene usted a condenarme en ausencia si decido no volver al tribunal", gritó el depuesto dictador iraquí. Sadam repitió al juez, mientras golpeaba una mesa con la mano, en varias ocasiones que "ese es mi derecho y no puedes quitármelo". Antes de abandonar la sala del tribunal, Sadam consideró por su parte que el juicio "es ilegal" porque el Tribunal Especial "fue creado por orden de los (norte)americanos".

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