(Libertad Digital) El empresario sevillano acudió este miércoles a la Audiencia Nacional, según informa la agencia EFE, para declarar como imputado en la acusación de fraude realizada por la Fiscalía Anticorrupción, que considera que tanto él como su hermano, el presidente de Abengoa, invirtieron en Xfera a través de la sociedad patrimonial Inversión Corporativa (IC) y que luego, al constatar la devaluación de la compra, hicieron que la asumiera una filial (Telvent) del grupo empresarial que dirigen (Abengoa).
Siempre según la versión mantenida por el fiscal, al ver que los 25 millones de euros invertidos en la compra del 3,72 por ciento de Xfera se devaluaban hasta no valer nada o incluso hasta suponer una carga –puesto que esta compañía aún no ha iniciado su actividad–, los Benjumea, que controlan el 56 por ciento de Abengoa a través de IC, hicieron que la filial tecnológica del grupo, Telvent, asumiera esa participación.
La compra del 3,72 por ciento de Xfera por parte de Telvent se firmó el 30 de diciembre del 2002, tal y como se constata en los contratos que Abengoa mandó a la CNMV, cuando ésta le abrió un expediente el pasado mes de enero por no comunicar como hecho relevante la opción de compra que firmó con IC para realizar esa operación. Entre estos contratos que Abengoa remitió se encontraban el que IC firmó con Abengoa, para aclarar que esta última quedaría resarcida de cualquier perjuicio que le pudiera conllevar la inversión en Xfera, y el que Abengoa cerró con Chase Manhattan, la entidad que financió la operación.
Siempre según la versión mantenida por el fiscal, al ver que los 25 millones de euros invertidos en la compra del 3,72 por ciento de Xfera se devaluaban hasta no valer nada o incluso hasta suponer una carga –puesto que esta compañía aún no ha iniciado su actividad–, los Benjumea, que controlan el 56 por ciento de Abengoa a través de IC, hicieron que la filial tecnológica del grupo, Telvent, asumiera esa participación.
La compra del 3,72 por ciento de Xfera por parte de Telvent se firmó el 30 de diciembre del 2002, tal y como se constata en los contratos que Abengoa mandó a la CNMV, cuando ésta le abrió un expediente el pasado mes de enero por no comunicar como hecho relevante la opción de compra que firmó con IC para realizar esa operación. Entre estos contratos que Abengoa remitió se encontraban el que IC firmó con Abengoa, para aclarar que esta última quedaría resarcida de cualquier perjuicio que le pudiera conllevar la inversión en Xfera, y el que Abengoa cerró con Chase Manhattan, la entidad que financió la operación.
A pesar de este contrato, los imputados en esta operación mantienen desde un principio que la indemnidad de Abengoa está completamente garantizada a través de los acuerdos firmados entre ésta e IC, que se firmaron el 27 de octubre del 2000, en pleno "boom" de las telecomunicaciones y antes de que se pudiera prever el retraso de la implantación de la tecnología UMTS –sobre la que trabaja Xfera–.