LD (EFE) En un mensaje televisado, la presidenta Gloria Macapagal Arroyo indicó que "quiero levantar el estado de emergencia lo antes posible... He pedido tres informes: al ministro de Justicia sobre los intentos desestabilizadores, al ministro de Defensa sobre el control militar; y al jefe de la Policía Nacional sobre el orden público".
En su alocución, Arroyo, que es criticada por haber recurrido a una medida que recuerda demasiado a la dictadura de Ferdinand Marcos, dijo que en las próximas 24 a 72 horas decidirá si puede levantar la disposición. Sin embargo, insistió que la suspenderá cuando "esté satisfecha de que cada responsable pueda garantizarme de que tenemos control sobre la situación".
La declaración del estado de emergencia nacional el pasado día 25 no ha conseguido acallar las exigencias de la oposición para que dimita Arroyo, a la que acusan de corrupción y de haber ganado fraudulentamente las elecciones del 2004, y quien desde hace ya casi un año se encuentra bajo una fuerte presión. Al contrario, la limitación de las libertades fundamentales que ha supuesto la medida, la purga de opositores y las advertencias a la prensa para que controle sus contenidos sólo han incrementado la impopularidad de la mandataria.
El jefe de la Policía Nacional, Arturo Lomibao, quien reconoció que fue uno de los que aconsejó a Arroyo la declaración del estado de emergencia, reveló nuevos detalles del supuesto plan que tenía la alianza golpista y que, según la versión oficial, está formada por militares aventureros, políticos de izquierda y terroristas comunistas.