L D (EFE) "En su despedida Florentino habló de malas costumbres pero no señaló a nadie en concreto. Yo creo que se cogieron costumbres que no favorecen nada, como la división de clases de puertas afuera con los que eran de otra galaxia con la clase media y obrera. Esto se ha llevado a los extremos y no es bueno. De puertas adentro hay unidad. Yo no tengo problemas con nadie, tengo varios amigos y disfruto cuando vengo a entrenar", manifestaba.
Mejía admite su sorpresa cuando se enteró de la dimisión de Florentino Pérez: "No me lo esperaba. Estoy sorprendido y apenado". Y reconoce que "parte de culpa por la que ha dicho basta es de los jugadores. Hay que buscar un cambio y variar el rumbo". El central secunda las palabras de Raúl: "Escuché a Raúl diciendo que tenía una relación profesional con todos, pero él es libre de elegir a quien quiera para ser su amigo. Se dice que antes había unidad porque Juanito y Pepito se iban a tomar cañas y ahora aquí los vienes también lo hacemos. Profesionalidad la hay seguro, cien por cien, pero la amistad es otra cosa", opina.
Para Mejía, en el Real Madrid "se han cogido costumbres que no favorecen nada al equipo" y apoyó a su compañero en el centro de la defensa Sergio Ramos, que se quejó públicamente de falta de unidad tras no sentirse arropado en la celebración de su gol en Mallorca. "Lo que dijo Sergio Ramos fue porque lo sintió y me parece un gran gesto de sinceridad. Yo estaba en el banquillo y no lo aprecié. Lo celebré como todos los partidos y creo que las cosas se han sacado fuera de contexto. Hace tres semanas en las portadas salían que éramos una piña y ahora no hay que dramatizar", recuerda.
Sobre la afirmación de Florentino Pérez que ha "mal educado" a los jugadores, Mejía no se da por aludido: "En la cantera me enseñaron y no me considero un mal educado". Y reflexiona sobra la política bautizada como "Zidanes y Pavones" en una etapa de Florentino Pérez. "Se intentó llevar a cabo y la viví cuando debuté. No funcionó. Fue una apuesta clara por la cantera con siete u ocho jugadores disfrutando de minutos pero había que buscar el equilibrio que faltaba".
Mejía descarta que el vestuario madridista sea más difícil que el de cualquier equipo grande. "Puede ser un vestuario complicado como todos cuando las cosas no van bien", y pide que se deje de utilizar la palabra "galáctico" porque argumenta que tiene el mismo trato con Pavón que con Ronaldo. Por último, pide el apoyo de la afición el sábado en el Bernabéu. "Esperamos un recibimiento con pitos, pero hay que ayudar. No nos hemos sentido nunca alejados de la afición. Confío en que se den cuenta de que hay que cambiar el rumbo y que tenemos que ir de la mano. Les necesitamos", concluyó.
Mejía admite su sorpresa cuando se enteró de la dimisión de Florentino Pérez: "No me lo esperaba. Estoy sorprendido y apenado". Y reconoce que "parte de culpa por la que ha dicho basta es de los jugadores. Hay que buscar un cambio y variar el rumbo". El central secunda las palabras de Raúl: "Escuché a Raúl diciendo que tenía una relación profesional con todos, pero él es libre de elegir a quien quiera para ser su amigo. Se dice que antes había unidad porque Juanito y Pepito se iban a tomar cañas y ahora aquí los vienes también lo hacemos. Profesionalidad la hay seguro, cien por cien, pero la amistad es otra cosa", opina.
Para Mejía, en el Real Madrid "se han cogido costumbres que no favorecen nada al equipo" y apoyó a su compañero en el centro de la defensa Sergio Ramos, que se quejó públicamente de falta de unidad tras no sentirse arropado en la celebración de su gol en Mallorca. "Lo que dijo Sergio Ramos fue porque lo sintió y me parece un gran gesto de sinceridad. Yo estaba en el banquillo y no lo aprecié. Lo celebré como todos los partidos y creo que las cosas se han sacado fuera de contexto. Hace tres semanas en las portadas salían que éramos una piña y ahora no hay que dramatizar", recuerda.
Sobre la afirmación de Florentino Pérez que ha "mal educado" a los jugadores, Mejía no se da por aludido: "En la cantera me enseñaron y no me considero un mal educado". Y reflexiona sobra la política bautizada como "Zidanes y Pavones" en una etapa de Florentino Pérez. "Se intentó llevar a cabo y la viví cuando debuté. No funcionó. Fue una apuesta clara por la cantera con siete u ocho jugadores disfrutando de minutos pero había que buscar el equilibrio que faltaba".
Mejía descarta que el vestuario madridista sea más difícil que el de cualquier equipo grande. "Puede ser un vestuario complicado como todos cuando las cosas no van bien", y pide que se deje de utilizar la palabra "galáctico" porque argumenta que tiene el mismo trato con Pavón que con Ronaldo. Por último, pide el apoyo de la afición el sábado en el Bernabéu. "Esperamos un recibimiento con pitos, pero hay que ayudar. No nos hemos sentido nunca alejados de la afición. Confío en que se den cuenta de que hay que cambiar el rumbo y que tenemos que ir de la mano. Les necesitamos", concluyó.