Además de la espectroscopia de fluorescencia y otras pruebas, se han realizado fotogrametrías, colorimetría y estudios físicos (radiografía, fotografía convencional y digital con luz ultravioleta y visible, macrofotografía y gammagrafía). Todas estas pruebas han puesto de manifiesto que la estructura de la Dama de Elche no presenta discontinuidades, ni grietas, ni fisuras internas, y que su consistencia material es buena.
El alcalde de Elche, Diego Maciá, ha expresado su alegría al conocer la decisión, ya que este préstamo "satisface una gran ilusión y esperanza de los ilicitanos" y explicó que el Ayuntamiento y el Ministerio deben firmar en breve un convenio con todos los detalles del traslado, como las condiciones del mismo, la manipulación, conservación y exhibición de la escultura, así como las condiciones que debe reunir la sala. El cumplimiento de todas estos requisitos será seguido muy de cerca por los técnicos del Museo Arqueológico Nacional.
"Es una gran satisfacción para todos los grupos políticos y toda la ciudad de Elche", dijo Maciá, que añadió que el Consistorio aprovechará el regreso de la pieza "para que Elche se conozca más y mejor" dentro y fuera de España, e invitará al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la inauguración del nuevo museo, el 18 de mayo próximo.
Hallada en 1897
Esta obra maestra del arte ibérico que los expertos datan en torno al V a.C., es de piedra caliza, probablemente se trata de una mujer, posee tamaño natural y aparece ricamente vestida. Fue hallada en 1897 en el yacimiento ibérico de L'Alcudia, en el término de Elche, por un muchacho que colaboraba en unos trabajos agrícolas. Un arqueólogo francés se la adquirió al propietario de la finca y la pieza fue a parar al Museo del Louvre, que pagó por ella 4.000 francos de la época.
Allí pasó 40 años hasta que, durante la invasión nazi de Francia, fue temporalmente trasladada a Toulouse. En 1941, una negociación entre los gobiernos de España y de Vichy acabó con el traslado del busto al Museo del Prado, donde permaneció 30 años y desde donde viajó a Elche una sola vez, en 1965, para una exposición. Desde 1971 pertenece al Museo Arqueológico Nacional.