L D (EFE) El Ciudad Real, además, terminó con la racha del Celje de dos años sin perder en el nuevo Dvorana Golovec. La eliminatoria salió perfecta para el equipo de Talant Dujshebaev. La principal tarea ordenada por Talant, anular al central y director de juego Zorman, fue todo un éxito. La creatividad de Zorman quedó ahogada, mientras que en ataque se conjugaron de forma letal la inspiración del extremo Mirza Zdomba, de los laterales Alberto Entrerríos y Stefansson y del pivote Rolando Uríos.
El trabajo de Uríos fue especialmente notable. Diez goles de otros tantos lanzamientos y un buen puñado de exclusiones para el equipo rival jalonaron una actuación memorable para el pivote internacional español. El Ciudad Real manejó ventajas cómodas desde el inicio, cedió un empate al cuarto de hora (8-8) y volvió a acelerar hasta el 13-17 del descanso.
El Celje encaró la segunda mitad con la obligación de remontar 11 goles en media hora si quería estar en las semifinales. La misión resultó absolutamente imposible ante la concentración inmutable del equipo español. El equipo manchego no sólo no perdió nunca la ventaja en el marcador, sino que la amplió hasta un 14-22 en el minuto 37 y que sólo se redujo a voluntad propia, al frenar el ritmo con el objetivo de no malgastar las fuerzas para el próximo compromiso liguero ante el Ademar de León.
El trabajo de Uríos fue especialmente notable. Diez goles de otros tantos lanzamientos y un buen puñado de exclusiones para el equipo rival jalonaron una actuación memorable para el pivote internacional español. El Ciudad Real manejó ventajas cómodas desde el inicio, cedió un empate al cuarto de hora (8-8) y volvió a acelerar hasta el 13-17 del descanso.
El Celje encaró la segunda mitad con la obligación de remontar 11 goles en media hora si quería estar en las semifinales. La misión resultó absolutamente imposible ante la concentración inmutable del equipo español. El equipo manchego no sólo no perdió nunca la ventaja en el marcador, sino que la amplió hasta un 14-22 en el minuto 37 y que sólo se redujo a voluntad propia, al frenar el ritmo con el objetivo de no malgastar las fuerzas para el próximo compromiso liguero ante el Ademar de León.