L D (EFE) Los jueces condenaron este martes por segunda vez a Francia por no haber transpuesto correctamente la citada directiva (ley marco europea), y seguir considerando al distribuidor de un producto defectuoso responsable al mismo nivel que el productor, incluso si el primero ha indicado en un tiempo razonable quién fue su proveedor.
Según recuerda un comunicado del Tribunal, ya se condenó a Francia hace casi cuatro años y al volver a hacerlo martes ha decidido imponer una sanción económica a instancias de la Comisión Europea (CE), la denunciante. El 25 de abril de 2002 el Tribunal de la UE constató que Francia no había adaptado de forma correcta la directiva de 1985 a su normativa nacional, en la que introdujo tres elementos nuevos.
El Estado francés incluyó primero en su código civil una alusión a la responsabilidad sobre los productos defectuosos por un valor inferior a los 500 euros. Asimismo, consideró que el distribuidor de un producto defectuoso es responsable en cualquier caso y al mismo nivel que el productor. En tercer lugar, la ley francesa incluyó el hecho de que el productor ha de probar que ha tomado las medidas adecuadas para prevenir las consecuencias que puedan derivarse de un producto defectuoso, de forma que pueda contar con elementos de exoneración recogidos en la citada directiva comunitaria.
Posteriormente, en el análisis del cumplimiento de la primera decisión de los jueces comunitarios, la CE constató que "Francia se había abstenido de asegurar la ejecución de la decisión", por lo que volvió a denunciar el caso en abril de 2004, fecha en la que solicitó que se multara al Estado francés con 137.150 euros por día de retraso en la transposición completa de la directiva. Tras la segunda denuncia, Francia modificó su código civil en diciembre de 2004 y la CE redujo la cuantía de la multa solicitada a 13.715 euros, aunque siguió considerando que el Estado francés seguía sin adaptar la totalidad del texto.
El Estado francés incluyó primero en su código civil una alusión a la responsabilidad sobre los productos defectuosos por un valor inferior a los 500 euros. Asimismo, consideró que el distribuidor de un producto defectuoso es responsable en cualquier caso y al mismo nivel que el productor. En tercer lugar, la ley francesa incluyó el hecho de que el productor ha de probar que ha tomado las medidas adecuadas para prevenir las consecuencias que puedan derivarse de un producto defectuoso, de forma que pueda contar con elementos de exoneración recogidos en la citada directiva comunitaria.
Posteriormente, en el análisis del cumplimiento de la primera decisión de los jueces comunitarios, la CE constató que "Francia se había abstenido de asegurar la ejecución de la decisión", por lo que volvió a denunciar el caso en abril de 2004, fecha en la que solicitó que se multara al Estado francés con 137.150 euros por día de retraso en la transposición completa de la directiva. Tras la segunda denuncia, Francia modificó su código civil en diciembre de 2004 y la CE redujo la cuantía de la multa solicitada a 13.715 euros, aunque siguió considerando que el Estado francés seguía sin adaptar la totalidad del texto.