L D (Agencias) El presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, atribuye su afección cardiaca, y la angina de pecho que sufrió el pasado viernes, al "linchamiento personal diario, encarnizado, atroz y de una intensidad" que, según dijo, no recuerda que "nadie haya sufrido nunca antes". Dice que este linchamiento viene "desde hace dos años", después de su encuentro con ETA en enero de 2004.
"No ha sido sólo la angustia diaria del Estatut, la presión constante por nuestra posición, las idas y venidas de Madrid, las reuniones, las negociaciones", sino que la presión viene de más atrás, dice Carod en un artículo de opinión en el diario Avui, en el que detalla pormenorizadamente su estancia de tres días en el hospital.
Carod denuncia haber sido "insultado, menospreciado, descalificado" en este tiempo, y haber "soportado lo insoportable", siendo "víctima de todo tipo de mentiras" sobre él y su familia". "Pasará tiempo antes de que pueda ir, con normalidad, por ciertos puntos de España. Y a algunos, que no conozco, tal vez ya no iré nunca", añade.
"Cuando ETA decreta el alto el fuego es, justamente, cuando mi corazón ya no puede más. He llegado a la cima, a la llanura de la calma después de una montaña de adversidades", afirma en este emotivo artículo, donde asegura que "hacía tanto tiempo que esperaba" la tregua y que hoy se ve "incapaz de exteriorizar la alegría".
"Sé que he ganado, por encima de los insultos, la mentira, la mala fe", asevera finalmente, y repasa "aquel fin de semana" en el que se reunió en Perpignan (Francia) con los dos jefes de la banda terrorista, con los que pasó "horas de conversación" hablándoles de política, "defendiendo la política, alabando la bondad de la política como único instrumento para conseguir que los pueblos sean libres y no a través de las pistolas".
El líder de ERC dedica también parte de su artículo a agradecer el apoyo recibido en estos días. "Hay sorpresas y ausencias" entre estos mensajes, señala de forma enigmática. El presidente de ERC dice haberse "emocionado" y sentirse "abrumado" al haber recibido tantas ofertas de "domicilios particulares, apartamentos, estancias pagadas en balnearios y hotelitos tranquilos" para guardar el reposo que le han prescrito los médicos. "Hay mucha gente que me quiere. Gente que ha sufrido estos días y, sin yo saberlo, también durante estos dos años conmigo. Pues, ¡hemos ganado! Gracias de todo corazón", concluye.