L D (EFE) Pablo García ofreció una rueda de prensa en la que entre su particular ironía y sentido del humor denunció un incidente grave en el Camp Nou, como son los insultos de un juez de línea al banquillo madridista.
Explicando la que considera como rigurosa expulsión de Roberto Carlos, Pablo García desveló la sorpresa que sintió con sus compañeros de banquillo cuando escuchó al linier insultarles. "Por lo que cuenta Roberto Carlos el árbitro le entendió mal. Tiene acento brasilero y no se le entiende muy bien. Si dijo lo que dijo está bien expulsado pero entonces tendrían que haber expulsado al línea que nos dijo una palabra fuerte a los que estábamos en el banquillo", desveló. "Ocurrió en el penalti cuando protestábamos los que estábamos en el banquillo y nos insultó. Las cámaras siempre están enfocando las cosas que decimos los jugadores, podían poner una cámara al línea y ver lo que dijo", agregó.
Pablo García reconoció las sensaciones que le pasaron por el cuerpo cuando fue insultado por un linier que, recordó, era el mismo que el partido de Uruguay contra Australia en el que su selección acabó quedándose fuera del Mundial de Alemania. "La verdad es que en ese momento no supe qué hacer. Te callas, lo insultas o lo coges del pescuezo y te echan cinco partidos de sanción, pero estoy volviendo, quiero jugar por lo que cierro el culo y me callo. Además ya tuve a ese linier con Uruguay ante Australia y con eso digo todo. Nos quedamos fuera del Mundial", dijo.
Para el centrocampista del Real Madrid es necesario cambiar la filosofía del arbitraje en el fútbol español y tomar de referencia al inglés. "El fútbol es deporte de hombres y hay cosas que hay que dejarlas pasar. Está todo el mundo caliente, queriendo ganar y si sacas rojas a todos los que decimos cosas como la de Roberto Carlos acabas tres contra tres. Hay que tomar el ejemplo de Inglaterra donde los jugadores no fingen. Aquí da asco ver cómo se tiran algunos". "Se que es difícil ser árbitro, también es verdad que no les pagaban y merecen cobrar como cualquier trabajador. La clave es hacer como en Inglaterra, poder tener diálogo, no tirarse, entrar fuerte sin recibir tarjeta y no quejarse tanto", añadió.
Repasando la temporada del Real Madrid, Pablo García no justificó no ganar ningún título por las decisiones arbitrales pero si admitió que les han perjudicado y que no esperaba ese trato a un equipo grande. "Está grabado todas las veces que se han equivocado pero lo hacen con todos igual. Este año nos han perjudicado, se han equivocado bastante pero deben asumir sus errores como hacemos nosotros. Por más que hablemos no se va a volver a jugar el partido pero deben saber que en el partido anterior a Van Bommel le pitan varios penaltis iguales". "No vamos a echar la culpa a los árbitros. Hemos hecho una Liga mala y aun así estamos segundos. Si no hubiésemos perdido partidos increíbles en casa estaríamos luchando por el título", agregó.
Con los insultos que denunció del linier, el jugador uruguayo dijo que queda demostrada que "al Real Madrid le tiene ganas todo el mundo. Nos insultó como si fuese un jugador rival". "Aquí perjudican más los árbitros de lo que podía pensar. Ya lo había vivido en Pamplona donde pensábamos que a los equipos grandes se les mira con otra vara, pero veo que no".
Cuando a Pablo García se le dijo que, como señala el acta, Roberto Carlos dijo la palabra "mierda" a Medina Cantalejo, siguió convencido de que es para expulsar a un jugador y que el colegiado debe medir en un partido tan importante sus actos y valorar que todos están "calientes". "La mierda estaba, pero no sé lo que dijo, si son una mierda o no se enteran una mierda. Es difícil en la cancha llena escuchar bien eso y mierda se escucha en la calle todos los días. Por eso no se debe echar a un jugador. Es exagerado echar por eso cuando se dicen cosas peores y no se echa a otros", manifestó.
Por último, bromeó con su vuelta al equipo y su participación en el clásico en los últimos segundos cuando Juan Ramón López Caro lo utilizó para perder tiempo. "Me vino bien para ir cogiendo ritmo. Me faltó un minuto más para que me sacaran una tarjeta amarilla. No pude ni pegar una patada", ironizó. "Me sentí bien, en ese minuto no perdí un balón. Hay que estar tranquilo y esperar que haya más minutos. Fue un buen premio después de dos meses sin jugar y estoy contento aunque me tocó entrar para perder tiempo", concluyó.