L D (EFE) Sin dejar lugar a la sospecha, el Joventut comenzó mucho mejor el partido que su rival. Tras un inicio igualado (7-7, m.4), el cuadro de Badalona logró un parcial de 8-2 con el que pasó a dominar el encuentro. En el primer cuarto, el equipo de Aíto García Reneses controló bien el rebote (10 a 5) ante un Barça al que le costaba mucho anotar. De hecho, en los seis últimos minutos del período, los azulgrana sólo anotaron seis puntos, todos ellos de Jordi Trias.
El segundo cuarto dio paso a una máxima ventaja verdinegra (26-16, m.11) hasta que Dusko Ivanovic dio entrada en la pista a Gianluca Basile. El escolta italiano, con diez puntos consecutivos, catapultó a los suyos a la remontada ante un DKV que comenzaba a sufrir los efectos del trabajo defensivo rival. Entre Trias, Navarro y Basile -entre los tres anotaron 37 de los 45 puntos con los que su equipo llegó al descanso- destrozaron el sistema de contención de García Reneses y llevaron al Barcelona a una diferencia de once puntos (34-45) poco antes del descanso, al que se llegó con 37-45.
La otra clave que explica la remontada barcelonista fue que el conjunto de Ivanovic pasó a dominar el rebote -doce a cinco para los azulgrana en el segundo cuarto-. Un derbi siempre será un derbi y no deja paso a las especulaciones. Eso quedó demostrado tras el descanso, cuando después de algunas decisiones arbitrales protestadas desde la grada aficionado verdinegro animó a su equipo como si se jugara el pase a las eliminatorias por el título. El DKV fue más intenso tras el descanso, pero se topó con un rival que también se jugaba mucho -el liderato de la Liga- y contra un hombre, Basile, que anotaba todo lo que tiraba, lo que permitía que el Winterthur Barcelona mantuviese diferencias en el marcador (56-69, m.29).
Apoyado en una gran defensa, el conjunto badalonés pudo recortar la desventaja y ponerse a sólo dos puntos (74-76) a falta de 6:30 para el final. En esos minutos, los verdinegros demostraron su calidad y lograron un parcial de 8-2 que les colocaba por delante (85-82) a dos minutos para la conclusión. Rudy Fernandez, con un mate de espaldas espectacular recogiendo un pase de Bennett por encima del aro, sentenció (91-86) un partido que da el liderato de la Liga ACB al Unicaja, se lo quita matemáticamente al Barcelona y deja al Joventut con opciones de alcanzar la tercera posición.
El segundo cuarto dio paso a una máxima ventaja verdinegra (26-16, m.11) hasta que Dusko Ivanovic dio entrada en la pista a Gianluca Basile. El escolta italiano, con diez puntos consecutivos, catapultó a los suyos a la remontada ante un DKV que comenzaba a sufrir los efectos del trabajo defensivo rival. Entre Trias, Navarro y Basile -entre los tres anotaron 37 de los 45 puntos con los que su equipo llegó al descanso- destrozaron el sistema de contención de García Reneses y llevaron al Barcelona a una diferencia de once puntos (34-45) poco antes del descanso, al que se llegó con 37-45.
La otra clave que explica la remontada barcelonista fue que el conjunto de Ivanovic pasó a dominar el rebote -doce a cinco para los azulgrana en el segundo cuarto-. Un derbi siempre será un derbi y no deja paso a las especulaciones. Eso quedó demostrado tras el descanso, cuando después de algunas decisiones arbitrales protestadas desde la grada aficionado verdinegro animó a su equipo como si se jugara el pase a las eliminatorias por el título. El DKV fue más intenso tras el descanso, pero se topó con un rival que también se jugaba mucho -el liderato de la Liga- y contra un hombre, Basile, que anotaba todo lo que tiraba, lo que permitía que el Winterthur Barcelona mantuviese diferencias en el marcador (56-69, m.29).
Apoyado en una gran defensa, el conjunto badalonés pudo recortar la desventaja y ponerse a sólo dos puntos (74-76) a falta de 6:30 para el final. En esos minutos, los verdinegros demostraron su calidad y lograron un parcial de 8-2 que les colocaba por delante (85-82) a dos minutos para la conclusión. Rudy Fernandez, con un mate de espaldas espectacular recogiendo un pase de Bennett por encima del aro, sentenció (91-86) un partido que da el liderato de la Liga ACB al Unicaja, se lo quita matemáticamente al Barcelona y deja al Joventut con opciones de alcanzar la tercera posición.