LD (EFE) Miles de personas volvieron a concentrarse en los almacenes gubernamentales de Dili para recibir los sacos de arroz que se reparten para cubrir las necesidades básicas de la capital de Timor Oriental, donde unas setenta mil personas permanecen en campamentos de refugiados debido a la ola de violencia.
Una larga cola esperaba frente al almacén de arroz que el Gobierno tiene en las inmediaciones de la oficina de correos de Dili, en el centro de la ciudad, donde se reparte un saco de cincuenta kilos por cada familia. El reparto transcurrió sin incidentes y supervisado por las tropas australianas, que han desplegado varios tanques en los alrededores para evitar saqueos como el producido a primera hora, antes de la llegada de los blindados.
Si bien la tarde de este martes se registraron incidentes en la zona del mercado, donde las bandas enfrentadas quemaron varios puestos, este miércoles la ciudad de Dili respiraba una situación de esperanza, como manifestó el presidente, Xanana Gusmao, durante su visita a un campo de refugiados.
Una larga cola esperaba frente al almacén de arroz que el Gobierno tiene en las inmediaciones de la oficina de correos de Dili, en el centro de la ciudad, donde se reparte un saco de cincuenta kilos por cada familia. El reparto transcurrió sin incidentes y supervisado por las tropas australianas, que han desplegado varios tanques en los alrededores para evitar saqueos como el producido a primera hora, antes de la llegada de los blindados.
Si bien la tarde de este martes se registraron incidentes en la zona del mercado, donde las bandas enfrentadas quemaron varios puestos, este miércoles la ciudad de Dili respiraba una situación de esperanza, como manifestó el presidente, Xanana Gusmao, durante su visita a un campo de refugiados.