L D (Agencias) "Tengo que cambiar muchas cosas. Pero todavía no sé el qué. Tal vez ahora no sea el mejor momento para hablar de eso porque llegué ayer, Necesito cambiar mucho en mi juego y en mi mentalidad", indica.
Y es que si en la tierra batida acumula el récord de 60 victorias consecutivas, el manacorí es consciente de su debilidad en la hierba, una superficie donde apenas suma tres triunfos en seis encuentro sy en la que deberá mejorar mucho para aspirar algún día al título en Wimbledon.
Nadal tiene que adecuar su juego a la superficie más veloz, pero dice que no sabe cómo hacerlo. "Hoy veremos qué debo cambiar. Debo jugar más agresivamente. Debo sacar con más decisión. Debo sacar como en los momentos importantes en tierra batida", destaca.
El número dos del mundo dedicó la jornada del lunes a dejarse entrevistar y fotografiar, lo que le hizo perder el tren a Londres. Luego, media hora después de llegar, ya estaba en la cancha de entrenamientos. "Quería practicar un poco para sentir el césped. Pero me siento un poco mareado en la cancha. Las piernas muy cansadas", manifestaba.