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El PSOE ataca y descalifica a todos los que han criticado a Zapatero en el documento marco de su Conferencia Política

Ataques al principal partido de la oposición y a los medios de comunicación no afines, y una propuesta de pacto con la Iglesia para que no hable de política. El documento marco elaborado por los socialistas de cara a su Conferencia Política está centrado en la descalificación de todos aquellos que en alguna ocasión han censurado las políticas del Gobierno Zapatero en estos dos años de gobierno, a los que se acusa de tener una actitud antidemocrática. Además, el PSOE se atribuye logros que no han sido de ninguna de sus administraciones, como el sistema público de pensiones.

Ataques al principal partido de la oposición y a los medios de comunicación no afines, y una propuesta de pacto con la Iglesia para que no hable de política. El documento marco elaborado por los socialistas de cara a su Conferencia Política está centrado en la descalificación de todos aquellos que en alguna ocasión han censurado las políticas del Gobierno Zapatero en estos dos años de gobierno, a los que se acusa de tener una actitud antidemocrática. Además, el PSOE se atribuye logros que no han sido de ninguna de sus administraciones, como el sistema público de pensiones.
(Libertad Digital) Durante las casi ochenta páginas del documento, los socialistas acusan al PP de tratar de desestabilizar al Gobierno "por los métodos más discutibles" y de convertir al Ejecutivo en "enemigo a batir y a destruir". De este modo, afirman que la "gran tarea pendiente de la democracia española es la aceptación por parte de la derecha de que el poder no le pertenece naturalmente" o "solo la derecha y el conservadurismo tienen una y otra vez a desandar el camino de progresa ya recorrido, porque consideran que todo lo avanzado por el conjunto han sido retrocesos para sus intereses".
 
Los socialistas acusan al PP de ser un partido antidemocrático que "quebranta" las normas básicas de la democracia. "Las experiencias sucesivas de 1989, y sobre todo de 1993 y 2004, demuestran que, cuando no obtiene la victoria que deseaba, la derecha española cuestiona los resultados electorales, busca razones esotéricas o conspirativas para camuflarlos, niega o discute la legitimidad del Gobierno para serlo, trata de desestabilizarlo por los métodos más discutibles, y acaba transformándolo, de adversario, en enemigo a batir y a destruir. Las reglas más elementales en democracia, respetar el resultado, reconocer al vencedor, prepararse como alternativa, y no hacer política partidista en lo que debe ser política de Estado, fueron quebrantadas por la derecha española entre 1993 y 1996. De nuevo lo están siendo ahora. No parece importarle mucho el precio que la sociedad deba pagar por esa forma de hacer oposición, el clima de crispación y enfrentamiento entre españoles, el riesgo evidente de acentuar la tensión entre territorios".
 
En algunos casos, incluso, utilizan viejos estereotipos para ensalzar al PSOE a costa de descalificar al PP. "Nuestra fortaleza como socialistas reside en ser el partido que la gente que no lo tiene todo. No el partido de los poderosos. No el partido del privilegio". Además, también se censura su posicionamiento sobre las reformas estatutarias: "Los socialistas no compartimos ni entendemos las actitudes obstruccionistas y retrógradas que la derecha plantea frente a los distintos procesos de reforma estatutaria".
 
Los socialistas no se conforman únicamente con censurar la actuación política del principal partido de la oposición, sino que también critican a los medios de comunicación. "Una democracia de calidad ha de ser una democracia en la que los debates públicos se articulen con tranquilidad, desde el respeto y la tolerancia. Todos podemos contribuir a la creación de un clima político en el que no quepa la crispación: los políticos, los ciudadanos, los grupos sociales y, por supuesto, los medios de comunicación. […] Cuando la crítica es compulsiva, los ciudadanos recelan y se aíslan de la política. En este sentido, es crucial la complicidad de los medios de comunicación a la hora de adoptar códigos de conducta propios de la cultura democrática".
 
Acallar a la Iglesia
 
Y tras el PP y los medios de comunicación, llega la Iglesia, a la que pretenden silenciar con "un gran pacto de convivencia" en el que el Estado no intervenga en materia religiosa pero "que las distintas iglesias y organizaciones religiosas no interfieran en la esfera pública".
 
Además de las descalificaciones políticas, el documento atribuye al PSOE logros que no han llegado desde los distintos Ejecutivos socialistas, como la creación del sistema de pensiones. "Hemos tenido que volver a gobernar para que se retomen con vigor las políticas sociales". "Tan sólido era el sistema público de pensiones creado en el primer gobierno socialista que la derecha no pudo modificarlo".
 
Del mismo modo, ensalza el talante democrático del PSOE, al asegurar que han contribuido "decisivamente a la consolidación definitiva de la democracia y al desarrollo de las libertades" o han "introducido o aceptado voluntariamente pautas de comportamiento político que mejoran el funcionamiento institucional y revitalizan la Democracia", al tiempo que afirman que han llevado a cabo una oposición, cuando han estado en ella, "sin anteponer posibles ventajes electorales o partidistas, sin hacer peligrar los consensos fundamentales ni aprovecharse de ellos, sin tensar artificiosamente el país ni abrir brechas de costoso cierre posterior".

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