(Libertad Digital) El informe ha sido elaborado por José Félix Sanz, que fue subdirector del Instituto de Estudios Fiscales (IEF), que depende del Ministerio de Hacienda, así como dos ex colaboradores suyos, Juan Manuel Castañer y Desiderio Romero. Una de sus principales conclusiones es que la rebaja en el tipo medio efectivo, es decir, en lo que de media pagan los españoles como porcentaje de su renta, cae en sólo tres décimas. Esta pequeña rebaja queda lejos del 1,51 por ciento de rebaja que consiguió la reforma fiscal del PP. Contadas en euros, la rebaja media de la reforma socialista es de 29 euros, frente a los 138,8 de la anterior, con José María Aznar en el poder.
Este ahorro fiscal medio no se reparte igual por toda la sociedad, sino que hay más de 4,8 millones de contribuyentes que saldrán perjudicados, otros cuatro millones a los que la reforma no le afecta. ´Los más beneficiados son quienes generen una renta de 108.231 euros o más al año, así como la escala anterior, de 81.635 a 108.230. El 34 por ciento de la reducción total de impuestos será absorbida por el 1 por ciento de la población, la que más riqueza genera y en consecuencia la que más tributa.
A ello hay que sumar el efecto de la inflación. Con un sistema progresivo como el nuestro, la inflación hace que suban nominalmente los sueldos, pero no toda la subida tiene un contenido real, ya que los precios han subido. A medida que aumentan los sueldos pasan a tributar más, de modo que al final la inflación aumenta nominalmente los sueldos y les hace tributar más, sin que la ganancia haya sido real. Este efecto hará que el ahorro fiscal para los contribuyentes que introduce esta reforma fiscal se volatilice antes de 2008. En realidad, dado que el IRPF no se ajustará a los cambios en el poder adquisitivo del dinero, lo que en principio es un ahorro fiscal se convierte en realidad en un aumento de 120 euros, lo que supone un alza real del impuesto del 6,9 por ciento.