(Libertad Digital) Los Estados Unidos han vivido unos años en los que el mercado inmobiliario ha vivido un auténtico boom. Son muchas las voces que ven detrás de este espectacular aumento de la oferta y de los precios de las casas una burbuja especulativa inflada por los bajos tipos de interés mantenidos por Greenspan durante años. Pero se han acumulado seis meses en los que las ventas de viviendas nuevas se han moderado. Para mayo, los economistas de Wall Street esperaban una caída del 4 por ciento, pero los datos conocidos este martes les han sorprendido, al registrar un aumento del 4,6 por ciento. En el último año se han vendido 1.234.000 viviendas de nueva construcción.
Este dato no varía, no obstante, las previsiones de los analistas, que siguen apostando por que continúe lo que el Gobernador de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ha llamado una "corrección ordenada y moderada". La razón es que se ha acumulado un gran número de viviendas a la venta, que contribuirán a deprimir los precios. En Abril se acumularon 560.000 viviendas en venta, en un máximo histórico que se ha corregido ligeramente en mayo hasta las 556.000. Esta enorme cantidad de viviendas por vender dejará su huella en los precios de la vivienda, y éstos en la promoción de nuevas viviendas.
Los tipos hipotecarios han alcanzado la semana pasada un máximo en cuatro años del 6,71 por ciento, de acuerdo con los datos de Freddie Mac. Los economistas prevén que el coste financiero de los créditos hipotecarios seguirá subiendo al menos hasta el 7 por ciento. Ahora bien, los analistas prevén que, a no ser que los tipos de interés suban a mayor ritmo, el mercado inmobiliario no logrará enfriarse adecuadamente. El mercado descuenta una nueva subida de tipos por la Reserva Federal el próximo jueves. La opinión mayoritaria es que subirá de nuevo un cuarto de punto, pero cada vez son más consistentes las que apuntan a una subida de medio punto.