(Libertad Digital) Cinco horas ha durado la audiencia que el presidente de Venezuela concedió a Felipe González en el palacio presidencial caraqueño de Miraflores. El ex presidente español se encontraba en la vecina Colombia y pidió que el venezolano le recibiera. Al final, resumió la conversación con un "hablamos de todo". Según explicó, la buena sintonía con el régimen de Caracas comenzó tiempo atrás cuando ambos dialogaron sobre un amplio abanico de asuntos.
Sin embargo, las hemerotecas recuerdan las anteriores opiniones de González. Sólo dos ejemplos. En mayo pasado, cuando el ex jefe de Gobierno asistió a Santiago de Chile como invitado al cambio de poderes concedió una entrevista al periódico El Mercurio. Entonces, el líder socialista dijo: "Me siento próximo a una expresión de izquierda como la representan Ricardo Lagos (presidente de Chile) o (Michelle) Bachelet, incluso la que representa 'Lula' (presidente de Brasil), pero no me siento próximo a lo que aparece como izquierda cuando lo defiende Hugo Chávez".
González explicaba que "a Hugo Chávez le gusta ser polémico". "No es que sea polémico porque sus ideas chocan con otros. Yo creo que no acepta bien que el liderazgo nacional no hay que confundirlo con un liderazgo regional, supranacional". Por ello, destacó que unir Sudamérica, una de las ambiciones del presidente de Venezuela, "se consigue por áreas de consenso, no porque uno diga yo quiero construir no sé qué cosa". El ex presidente descartaba que en los países americanos se esté experimentando un giro a la izquierda sino que existía "una oleada de rechazo" a las políticas del Gobierno del presidente estadounidense, George Bush.