L D (EFE) "No me hacía ninguna gracia volver a perder en segunda ronda de Wimbledon y sabía que tenía muchas opciones de caer, después de dos sets abajo, pero he mostrado muy buena actitud durante todo el partido, positividad y ganas de ganar en todo momento, y que gracias a eso, he podido ganar porque era difícil", explicaba el bicampeón de Roland Garros.
Rafa indica que nunca bajó la guardia ante Kendrik y dice que estuvo "muy concentrado en el partido", aunque admite que su rival "estaba sacando muy bien". "Si cabe algún detalle -observó Nadal-, puede ser en el primer set, en el tie-break", si bien recuerda que había tenido "mala suerte" y que en general, había hecho "un muy buen partido". El balear comenta que de su adversario lo desconocía todo. "No esperaba nada. No lo conocía, Llevo dos días preguntando por este chico, pero nadie me decía nada, así que esperaba lo que viniera", señala.
El próximo encuentro frente al estadounidense Andre Agassi, Nadal anticipa que lo afrontaría "con mucha ilusión". "Evidentemente, será un partido bonito, aunque llega pronto, sólo es tercera ronda. Uno va a jugar con uno de los mejores de la historia y éste es su último Wimbledon y ya veremos cómo va", señala.
También ha tenido duras palabras hacia el juez de silla, así como para el cuerpo arbitral en general, por la amonestación que recibió por "perder tiempo", mientras botaba la bola antes de sacar y aseguró que le "disgustaba" que fueran tan severos con él. Espontáneo como siempre, preguntó a los periodistas del All England Club si habían visto el partido que disputó con Fernando Verdasco en el torneo de Queen's, cuando el madrileño "perdía mucho tiempo" con su servicio. Al día siguiente, explicaba Nadal, él fue quien recibió un aviso del árbitro, en el encuentro ante el australiano Lleyton Hewitt, "para que no perdiera tiempo" con su saque y fuera "un poco más rápido". "Ahí ya me volví loco. Pensé: 'ya no sé qué es lo que está pasando aquí. Esto ya no puede ser. Hoy igual, cada día estamos igual con el tiempo", se lamentó.
Nadal dice que durante Roland Garros fue a protestar "bastante" y volvió a quejarse de que el árbitro, en París, durante el partido contra el croata Ivan Ljubicic mandara callar a Carlos Costa, cuando éste animaba al tenista de Manacor desde las gradas, "cuando el entrenador de Ljubicic gritaba muchísimo más". "Si hoy me pitan un aviso cuando estoy botando la pelota a punto de sacar, me parece mal", dice. "Yo nunca me quejo de nada, pero cuando es una cosa obvia, es obvia".
"Evidentemente, yo soy consciente de mis fallos, y sé que a veces pierdo tiempo, aunque aquel día, con Ljubicic no estaba perdiendo tiempo. Así que a ver qué es lo que pasa aquí, a ver si de verdad pasa algo. Yo no me creo que desde el año pasado a ahora, mi esquema o mi forma de encarar los partidos haya cambiado tanto que antes no pasaba nada y ahora pasa todo eso", concluyó.
Rafa indica que nunca bajó la guardia ante Kendrik y dice que estuvo "muy concentrado en el partido", aunque admite que su rival "estaba sacando muy bien". "Si cabe algún detalle -observó Nadal-, puede ser en el primer set, en el tie-break", si bien recuerda que había tenido "mala suerte" y que en general, había hecho "un muy buen partido". El balear comenta que de su adversario lo desconocía todo. "No esperaba nada. No lo conocía, Llevo dos días preguntando por este chico, pero nadie me decía nada, así que esperaba lo que viniera", señala.
El próximo encuentro frente al estadounidense Andre Agassi, Nadal anticipa que lo afrontaría "con mucha ilusión". "Evidentemente, será un partido bonito, aunque llega pronto, sólo es tercera ronda. Uno va a jugar con uno de los mejores de la historia y éste es su último Wimbledon y ya veremos cómo va", señala.
También ha tenido duras palabras hacia el juez de silla, así como para el cuerpo arbitral en general, por la amonestación que recibió por "perder tiempo", mientras botaba la bola antes de sacar y aseguró que le "disgustaba" que fueran tan severos con él. Espontáneo como siempre, preguntó a los periodistas del All England Club si habían visto el partido que disputó con Fernando Verdasco en el torneo de Queen's, cuando el madrileño "perdía mucho tiempo" con su servicio. Al día siguiente, explicaba Nadal, él fue quien recibió un aviso del árbitro, en el encuentro ante el australiano Lleyton Hewitt, "para que no perdiera tiempo" con su saque y fuera "un poco más rápido". "Ahí ya me volví loco. Pensé: 'ya no sé qué es lo que está pasando aquí. Esto ya no puede ser. Hoy igual, cada día estamos igual con el tiempo", se lamentó.
Nadal dice que durante Roland Garros fue a protestar "bastante" y volvió a quejarse de que el árbitro, en París, durante el partido contra el croata Ivan Ljubicic mandara callar a Carlos Costa, cuando éste animaba al tenista de Manacor desde las gradas, "cuando el entrenador de Ljubicic gritaba muchísimo más". "Si hoy me pitan un aviso cuando estoy botando la pelota a punto de sacar, me parece mal", dice. "Yo nunca me quejo de nada, pero cuando es una cosa obvia, es obvia".
"Evidentemente, yo soy consciente de mis fallos, y sé que a veces pierdo tiempo, aunque aquel día, con Ljubicic no estaba perdiendo tiempo. Así que a ver qué es lo que pasa aquí, a ver si de verdad pasa algo. Yo no me creo que desde el año pasado a ahora, mi esquema o mi forma de encarar los partidos haya cambiado tanto que antes no pasaba nada y ahora pasa todo eso", concluyó.