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Trabajadores de Izar se arrojan al Guadalquivir en protesta por la venta de los astilleros civiles

Mas de medio centenar de trabajadores de los astilleros Izar de Sevilla permanecieron durante una hora flotando en las aguas del Guadalquivir para impedir el tránsito de buques, en protesta por la venta de la factoría sevillana. Los manifestantes, que no dejaron de corear consignas contra la SEPI y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtieron a la empresa Astilleros de Huelva, posible adjudicataria de la factoría sevillana, que "Sevilla está en lucha".

Mas de medio centenar de trabajadores de los astilleros Izar de Sevilla permanecieron durante una hora flotando en las aguas del Guadalquivir para impedir el tránsito de buques, en protesta por la venta de la factoría sevillana. Los manifestantes, que no dejaron de corear consignas contra la SEPI y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtieron a la empresa Astilleros de Huelva, posible adjudicataria de la factoría sevillana, que "Sevilla está en lucha".
L D (EFE) Los trabajadores, algunos de ellos en calzoncillos y ataviados con chalecos salvavidas, saltaron minutos antes de las once de la mañana a las aguas del Guadalquivir, no aptas para el baño, con el objetivo de obstaculizar con sus propios cuerpos el paso de cargueros a la entrada de la dársena. Por motivos de seguridad, los trabajadores, que previamente habían impedido la entrada a miembros de la dirección de la empresa a la factoría, enlazaron una cuerda desde la orilla hasta una de las paredes de la dársena ya que algunos apenas sabían nadar. Según explicó uno de los participantes en esta protesta, la esclusa, que sirve para adecuar a los barcos del cambio de nivel existente entre el río y la dársena, arrastraba a los trabajadores a su interior, aunque no causo ningún problema.
 
Los manifestantes, que no dejaron de corear consignas contra la SEPI y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtieron a la empresa Astilleros de Huelva, posible adjudicataria de la factoría sevillana, que "Sevilla está en lucha". Mientras tanto, un centenar de compañeros y familiares de los manifestantes permanecieron en la orilla animando a los suyos y advirtiéndoles del peligro que corrían.
 
Este acto de protesta retrasó la entrada a la dársena a dos buques, uno procedente de Turquía, que se vio afectado por la protesta dentro de la esclusa, y otro de Ghana, que esperaba en el río. El primero de ellos, de nombre "Apia" con bandera de San Vicente, transporta hierro corrujado y, según informaron a Efe fuentes portuarias, tenía previsto descargar en Sevilla mañana. El segundo, el carguero "Agena" con bandera de Antigua y Barbados, transporta lingotes de aluminio.
 
Por su parte, el secretario de Acción Sindical de CCOO en los astilleros sevillanos se mostró confiado en que la SEPI y el presidente del Ejecutivo "depongan su actitud y negocien, porque si no sería desagradable y hasta peligroso". "Si no hay negociación y la SEPI insiste en adjudicar mañana la empresa mañana pura y dura, se la van a jugar", dijo González, quien explicó que los trabajadores nunca se han opuesto a la privatización de la empresa, "pero eso sí, que se haga con garantías", matizó. Recordó que los trabajadores tan sólo piden conocer el proyecto de futuro, las garantías de trabajo para los trabajadores y el futuro de la empresa.
 
Aseguró que son capaces de "cortar el río, la esclusa y lo que haga falta" porque es incomprensible esta "privatización pura y dura de una factoría en la que se han invertido más de 830 millones de euros en los últimos tres años "que ahora se va a regalar a un empresario que no tiene proyecto de futuro para la factoría".
 
Solbes se mostró partidario de la venta individual
 
En marzo, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes , se mostró partidario de la venta individual de los astilleros de Izar no integrados en Navantia –Manises, Sevilla, Sestao y Gijón– y ha opinado que la privatización conjunta "no es una buena solución". Los sindicatos defendían que la venta de estos centros debe ser en bloque, según un compromiso al que se comprometió la SEPI en 2004. El 16 de diciembre de 2004, el grupo público y los sindicatos UGT, CCOO y USTG llegaron a un acuerdo para la segregación de los astilleros militares en una nueva sociedad, Navantia, la liquidación de Izar y la venta de los centros no adscritos a la actividad militar –Gijón, Sestao, Sevilla y Manises–.

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