LD (EFE) La tercera matanza en tres días en Irak tuvo como escenario la ciudad de Kufa, feudo del clérigo radical chií Muqtada al-Sadr, y se perpetró a sólo doscientos metros de la mezquita de Mislim Ibn Akil, una de las más antiguas de Kufa, construida en la época de Ali ben Abi Taleb, el cuarto califa del Islam y que utilizó esta mezquita como sede de su califato.
Por su parte, el gobernador de la ciudad chií de Nayaf (al sur de Bagdad), Asaad Abu Kalal, en una entrevista con el canal de televisión iraquí Eufrates, responsabilizó a los "criminales bazistas (del ex partido gobernante Baaz) y a los terroristas procedentes de la región de Mahmudiya" del ataque de este martes.
Según el Ministerio de Interior, el terrorista congregó primero a un grupo de obreros en torno a su camioneta cargada con una gran cantidad de explosivos, supuestamente para ofrecer conducirles a algún lugar, antes de activar su carga explosiva. El estallido se registró a un metros de la mezquita de Muslim Ibn Akil, una de las más antiguas de Kufa,
El director del hospital Eufrates en la ciudad, Husein Mohamed, por su parte, afirmó que ese centro médico recibió a 36 víctimas mortales y a 52 heridos, algunos de ellos graves. Testigos presenciales explicaron que tras el estallido varios ciudadanos de la zona tiraron piedras contra los policías que llegaron al lugar de la explosión, por lo que éstos empezaron a disparar en el aire para dispersar al gentío.
Este es el tercer atentado grave en tres días que se registra en Irak, después del coche-bomba de Tuz Jurmatu (norte del país) del pasado domingo, que dejó veintinueve muertos, y del asalto armado a un mercado de Mahmudiya (centro) de este lunes, que se saldó con más de cuarenta muertos.