LD (EFE) El número de turistas llegados a España entre enero y marzo fue de 9,2 millones, sólo un 0,7 por ciento más que en 2005, aunque hay que tener en cuenta que el año pasado la Semana Santa fue en marzo y no en abril, como ha ocurrido en 2006.
Durante la presentación de la encuesta, el secretario general de Turismo, Raimon Martínez Fraile, explicó que el gasto medio por turista se situó en 808 euros durante los tres primeros meses del año, lo que supone una caída del 4,5 por ciento en relación con el año pasado y el gasto medio diario fue de 90 euros, un 1,2 por ciento inferior.
Una de las razones de esta disminución es la caída del 3,3 por ciento de la estancia media de los turistas, que se situó en 9 noches, además de una menor demanda de los mercados europeos hacia España y los nuevos sistemas de contratación, que llevan a bajar los precios.
Martínez Fraile subrayó que la demanda "no aumenta por la caída de los precios" y recordó que España nunca volverá a competir por precio, sino porque se percibe como destino seguro, entendiendo por seguridad la calidad de las infraestructuras, los servicios sanitarios o el medioambiente, entre otros factores.
En referencia a esta cifra del gasto turístico, expresada en euros corrientes, es decir, sin tener en cuenta la inflación del 3,7 por ciento, Martínez Fraile manifestó su "preocupación" por la posible disminución de la rentabilidad de determinadas empresas "por bajadas de precios, sobre todo en paquetes turísticos". No obstante, se mostró optimista en cuanto a los resultados turísticos para este año, que se esperan "buenos", a pesar de que junio será negativo a causa del Mundial de Fútbol de Alemania.
Durante la presentación de la encuesta, el secretario general de Turismo, Raimon Martínez Fraile, explicó que el gasto medio por turista se situó en 808 euros durante los tres primeros meses del año, lo que supone una caída del 4,5 por ciento en relación con el año pasado y el gasto medio diario fue de 90 euros, un 1,2 por ciento inferior.
Una de las razones de esta disminución es la caída del 3,3 por ciento de la estancia media de los turistas, que se situó en 9 noches, además de una menor demanda de los mercados europeos hacia España y los nuevos sistemas de contratación, que llevan a bajar los precios.
Martínez Fraile subrayó que la demanda "no aumenta por la caída de los precios" y recordó que España nunca volverá a competir por precio, sino porque se percibe como destino seguro, entendiendo por seguridad la calidad de las infraestructuras, los servicios sanitarios o el medioambiente, entre otros factores.
En referencia a esta cifra del gasto turístico, expresada en euros corrientes, es decir, sin tener en cuenta la inflación del 3,7 por ciento, Martínez Fraile manifestó su "preocupación" por la posible disminución de la rentabilidad de determinadas empresas "por bajadas de precios, sobre todo en paquetes turísticos". No obstante, se mostró optimista en cuanto a los resultados turísticos para este año, que se esperan "buenos", a pesar de que junio será negativo a causa del Mundial de Fútbol de Alemania.