L D (EFE) El Tribunal Catalán de Deportes archivó la semana pasada la primera denuncia que presentó Gastó contra la junta directiva del club por no convocar elecciones en 2006, ya que se declaró incompetente para obligar a la directiva azulgrana a cumplir con los estatutos y celebrar elecciones, pese a argumentar que el club había cometido "un incumplimiento flagrante de los estatutos". Gastó ha decidido acudir de nuevo al TCD, después de conocer la sentencia favorable del juzgado número 30 de Barcelona que obliga a la junta a "convocar elecciones inmediatamente", ya que ahora su nueva denuncia está avalada por la decisión del juzgado, una de las condiciones que haría competente al TCD para depurar responsabilidades e imponer sanciones.
El socio del Barcelona ha admitido en declaraciones a EFE que el objetivo de esta nueva denuncia es "el mismo que la anterior: obligar a la junta a respetar los estatutos", y ha declarado sentirse "muy calmado, con la conciencia tranquila". "He hecho lo que tenía que hacer y me da igual que me digan antibarcelonista, porque a alguien que roba o mata se le castiga y aquí debe pasar lo mismo. Los estatutos están para cumplirlos", ha asegurado Gastó, quien ha criticado "la prepotencia de la junta y de Laporta".
El demandante no ha querido referirse a la posible inhabilitación (la sanción por incumplir los estatutos va de una año a la perpetuidad) de la actual junta azulgrana para presentarse a las elecciones, pero ha asegurado que está seguro de que, en caso de que pudiera concurrir, "Laporta ganaría seguro", aunque se ha mostrado convencido de que "quien hace algo mal debe pagar por ello". Gastó también se ha mostrado sorprendido por que en tres años y medio de mandato, Laporta no haya cambiado "unos estatutos que le incomodaban", aunque, a su entender, "los mejores estatutos serían los primeros del Barcelona, los de 1908".
Al margen de esta denuncia el TCD podría haber recibido otras dos más. Gastó, de 81 años y socio del Barcelona desde 1931, estuvo vinculado en el pasado a la plataforma 'Elefant Blau', opositora al ex presidente Josep Lluís Núñez y a la que también perteneció, como portavoz y una de sus cabezas visibles, Joan Laporta. El TCD deberá dictaminar si la junta incurrió en una falta grave al no convocar las elecciones este año, algo a lo que se ha visto forzada ahora por decisión judicial. Si así lo estimara, la directiva de Laporta corre el peligro de ser sancionada con la inhabilitación.
El socio del Barcelona ha admitido en declaraciones a EFE que el objetivo de esta nueva denuncia es "el mismo que la anterior: obligar a la junta a respetar los estatutos", y ha declarado sentirse "muy calmado, con la conciencia tranquila". "He hecho lo que tenía que hacer y me da igual que me digan antibarcelonista, porque a alguien que roba o mata se le castiga y aquí debe pasar lo mismo. Los estatutos están para cumplirlos", ha asegurado Gastó, quien ha criticado "la prepotencia de la junta y de Laporta".
El demandante no ha querido referirse a la posible inhabilitación (la sanción por incumplir los estatutos va de una año a la perpetuidad) de la actual junta azulgrana para presentarse a las elecciones, pero ha asegurado que está seguro de que, en caso de que pudiera concurrir, "Laporta ganaría seguro", aunque se ha mostrado convencido de que "quien hace algo mal debe pagar por ello". Gastó también se ha mostrado sorprendido por que en tres años y medio de mandato, Laporta no haya cambiado "unos estatutos que le incomodaban", aunque, a su entender, "los mejores estatutos serían los primeros del Barcelona, los de 1908".
Al margen de esta denuncia el TCD podría haber recibido otras dos más. Gastó, de 81 años y socio del Barcelona desde 1931, estuvo vinculado en el pasado a la plataforma 'Elefant Blau', opositora al ex presidente Josep Lluís Núñez y a la que también perteneció, como portavoz y una de sus cabezas visibles, Joan Laporta. El TCD deberá dictaminar si la junta incurrió en una falta grave al no convocar las elecciones este año, algo a lo que se ha visto forzada ahora por decisión judicial. Si así lo estimara, la directiva de Laporta corre el peligro de ser sancionada con la inhabilitación.