L D (EFE) Yanukovich, entonces primer ministro apoyado por Rusia, fue el principal rival del actual jefe de Estado, Víctor Yúschenko, en las fraudulentas elecciones presidenciales que a finales de 2004 desataron la llamada "revolución naranja" que encumbró al equipo liberal al poder.
La ruptura de la coalición "naranja", de tendencia pro-occidental, se produjo este viernes debido a que el líder socialista presentó su candidatura a la presidencia de la Rada, el parlamento ucraniano, sin el consentimiento de sus aliados y fue elegido para ese cargo con los votos de la oposición pro-rusa.
La ruptura de la coalición "naranja", de tendencia pro-occidental, se produjo este viernes debido a que el líder socialista presentó su candidatura a la presidencia de la Rada, el parlamento ucraniano, sin el consentimiento de sus aliados y fue elegido para ese cargo con los votos de la oposición pro-rusa.
Yanukovich anunció triunfante a la prensa que la propuesta de su candidatura a primer ministro será rubricada este mismo viernes por Moroz y enviada al presidente, a quien la Constitución le da un plazo de 15 días para presentarla oficialmente a la Rada para su aprobación. En la Rada elegida en marzo pasado, con 450 escaños y una mayoría simple de 226 votos, la coalición "naranja" tenía 242 mandatos, sumando los del Bloque de Yulia Timoshenko (129 diputados), del partido de Yúschenko Nuestra Ucrania (80) y de los socialistas (33).
La alianza opositora, si no se producen divisiones entre los socialistas por la "traición" de Moroz, puede reunir hasta 240 escaños, entre los 186 del PR, los 21 de los comunistas y los 33 de los socialistas que se pasaron a su bando. Tras reforma del sistema político que entró en vigor el 1 de enero pasado, la configuración de una mayoría parlamentaría es clave para la gobernabilidad del país, pues el nombramiento del jefe del Gobierno, así como el de la mayoría de los miembros del Gabinete es ahora prerrogativa de la Rada, y ya no del presidente de Ucrania.
La más afectada por el giro que han tomado los acontecimientos es Timoshenko, a quien los acuerdos de la coalición "naranja" le garantizaban la recuperación de la jefatura del Gobierno, que perdió en septiembre pasado por divisiones en el equipo gobernante, y que ahora con toda seguridad se pasará a la oposición. Al formar su mayoría parlamentaria, la oposición salió al paso de las declaraciones de Yuschenko, quien no descartaba este viernes disolver el Parlamento si los diputados no lograban formar Gobierno en el plazo previsto de dos meses desde los comicios, que vence el 25 de julio.
El presidente admitió la ruptura de la coalición "naranja", menos de un mes después de formarse, y criticó con dureza las ambiciones egoístas de los diputados y el regateo de cargos Yuschenko admitió que la división en su equipo obligaba a las fuerzas políticas a "buscar otro formato" e incluso se pronunció a favor de "una coalición más amplia", pero consideró "prematuro" plantear por ahora el asunto de la candidatura del jefe de Gobierno.
El jefe del Estado no descartó la formación de una coalición gobernante que impulse una política interior y exterior distinta a la suya, según el diario digital Proua.com. Pero subrayó que "no quisiera que el país emprenda por cinco años un rumbo equivocado a causa de que determinado grupo de fuerzas políticas entre en la coalición gobernante". Mientras, el partido presidencial anunció que el próximo lunes celebrará una reunión en la que decidirá su actitud en esta crisis e incluso no descartó pasarse a la oposición.
La alianza opositora, si no se producen divisiones entre los socialistas por la "traición" de Moroz, puede reunir hasta 240 escaños, entre los 186 del PR, los 21 de los comunistas y los 33 de los socialistas que se pasaron a su bando. Tras reforma del sistema político que entró en vigor el 1 de enero pasado, la configuración de una mayoría parlamentaría es clave para la gobernabilidad del país, pues el nombramiento del jefe del Gobierno, así como el de la mayoría de los miembros del Gabinete es ahora prerrogativa de la Rada, y ya no del presidente de Ucrania.
La más afectada por el giro que han tomado los acontecimientos es Timoshenko, a quien los acuerdos de la coalición "naranja" le garantizaban la recuperación de la jefatura del Gobierno, que perdió en septiembre pasado por divisiones en el equipo gobernante, y que ahora con toda seguridad se pasará a la oposición. Al formar su mayoría parlamentaria, la oposición salió al paso de las declaraciones de Yuschenko, quien no descartaba este viernes disolver el Parlamento si los diputados no lograban formar Gobierno en el plazo previsto de dos meses desde los comicios, que vence el 25 de julio.
El presidente admitió la ruptura de la coalición "naranja", menos de un mes después de formarse, y criticó con dureza las ambiciones egoístas de los diputados y el regateo de cargos Yuschenko admitió que la división en su equipo obligaba a las fuerzas políticas a "buscar otro formato" e incluso se pronunció a favor de "una coalición más amplia", pero consideró "prematuro" plantear por ahora el asunto de la candidatura del jefe de Gobierno.
El jefe del Estado no descartó la formación de una coalición gobernante que impulse una política interior y exterior distinta a la suya, según el diario digital Proua.com. Pero subrayó que "no quisiera que el país emprenda por cinco años un rumbo equivocado a causa de que determinado grupo de fuerzas políticas entre en la coalición gobernante". Mientras, el partido presidencial anunció que el próximo lunes celebrará una reunión en la que decidirá su actitud en esta crisis e incluso no descartó pasarse a la oposición.