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BALONCESTO - MUNDIAL 2006

Carlos Jiménez regresa a los entrenamientos y Felipe Reyes descansa

La selección española sigue sin entrenarse en la cancha del Hiroshima Grenn Garden, sede de los encuentros de los encuentros del Grupo B del Mundial 2006, donde el próximo sábado debuta frente a Nueva Zelanda (12.00 hora española), aunque no ha interrumpido su preparación, de nuevo con Carlos Jiménez y sin Felipe Reyes.

L D (EFE) El nuevo alero del Unicaja sufrió un esguince de tobillo en el entrenamiento matutino del martes, pero volvió a ejercitarse, con precauciones, el miércoles por la tarde después de haberse sometido a tratamiento fisioterápico. Jiménez, si no ocurre ningún imprevisto, estará listo el sábado para el choque contra los all blacks de Tad Baldwin.

Berni Rodríguez, que también se lastimó un dedo el martes, en concreto el índice de la mano derecha, dañado con una contusión interfalángica, no se ha perdido ningún entrenamiento y sólo ha necesitado una protección dinámica para seguir el ritmo del resto del equipo. El parte médico de la selección, sin embargo, mantiene a Felipe Reyes, que no pudo trabajar con los demás compañeros a lo largo del miércoles por un problema muscular en el cuello. Los problemas del internacional madridista tampoco revisten mayor gravedad y también estará disponible el sábado para el debut ante los neozelandeses.

España tomará contacto con la cancha de juego del Hiroshima Green Arena el jueves, aunque sólo en un entrenamiento vespertino. El seleccionador, José Vicente Hernández, dio la tarde del miércoles y la mañana del jueves libres a los jugadores, que aprovecharon para salir a cenar al centro de la ciudad en la que el pasado 6 de agosto se cumplieron 61 años de la explosión de la primera bomba atómica lanzada en la historia de la humanidad, con un saldo de 200.000 muertos y cientos de miles de heridos y afectados por la radiación.

La sesión de trabajo del miércoles por la tarde se desarrolló en una instalación diferente a la que hasta ahora habían utilizado los hombres de Pepu Hernández, que ha sido una pista supletoria del pabellón oficial del Grupo B. España se desplazó a una cancha a más de 45 minutos de carretera del hotel de concentración que utiliza en Hiroshima, el Prince Hiroshima. El campo de juego donde se entrenó la selección forma parte de un complejo deportivo en el que la llegada del equipo nacional revolucionó a todas las personas que se encontraban haciendo deporte allí.

Los jóvenes que usaban el gimnasio, las pistas de tenis de mesa y las de badminton reconocieron enseguida a los internacionales españoles, sobre todo a Pau Gasol, cuya dimensión internacional no conoce fronteras. Muchos de ellos se acercaron al principio del entrenamiento para hacer fotos y vídeos con teléfonos móviles, así como para pedir autógrafos a los jugadores. Pepu Hernández permitió que, durante unos minutos, los jugadores atendieran a los sorprendidos jóvenes que se acercaron hasta los jugadores antes de dar comienzo a un entrenamiento en el que, de nuevo, repasó diferentes sistemas de ataque y defensa y marcó un alto ritmo en todos los ejercicios.

La ansiedad por la proximidad del primer compromiso ya se palpa nítidamente entre los integrantes del equipo nacional, que cenaron juntos en un restaurante de comida japonesa en vez de apuntarse a la posibilidad de hacerlo en uno con comida occidental en la carta.

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