L D (EFE) El vertido se produjo en un laboratorio situado en el número 36 de la calle Pintor Moreno Carbonero, donde se encontraba el bidón que contenía el ácido clorhídrico y que, tras expandirse por causas que se desconocen, afectó a las monjas de una residencia anexa que pertenece a las Hermanas del Ángel de la Guarda.
Las 26 personas que resultaron intoxicadas sufren fuertes dolores de cabeza e irritación de los ojos, por lo que están siendo atendidas por miembros del Samur en la residencia La Guindalera, situada enfrente del lugar del suceso.
Los Bomberos, vestidos con trajes especiales para evitar la contaminación, se han introducido en el interior del laboratorio con el propósito de extraer el bidón para que pueda ser estudiado y determinar así cuáles pueden ser las consecuencias de su inhalación, así como las causas del vertido.
La zona permaneció acordonada unas dos horas. El 112 envió un mensaje telefónico escrito a los vecinos del barrio que viven dentro de un radio de 100 metros del lugar del suceso, recomendando que, de manera preventiva, mantuvieran cerradas las ventanas de sus viviendas hasta que se conociera si su salud puede sufrir algún riesgo. Pasada la medianoche, el servicio de Emergencias restauró la normalidad.