L D (EFE) Cancellara invirtió en los 50;8 kilómetros una hora y once segundos, a una velocidad media de 50,6 kilómetros por hora. Sus compañeros de podio David Zabriskie paró el reloj en una hora, un minuto y 41 segundos; mientras que el kazako Alexandre Vinokourov invirtió una hora dos minutos y un segundo. Sin duda fueron los claros dominadores de una crono que resultó bastante dura y exigente por los muchos kilómetros, los numerosos toboganes y el viento de costado que sopló en algunos tramos del circuito.
Circunstancias que se les atragantaron a dos grandes especialistas como son los dos primeros del podio del pasado año, el australiano Rogers y el español José Ivan Gutiérrez, que no tuvo su mejor día debido a dificultades con la bicicleta que tuvo que cambiar por problemas en el manillar. Muchos problemas para el español que tuvo un comienzo un tanto irregular y luego ese percance con la maquina lo que aprovecharon sus más directos rivales, especialmente el flamante ganador Cancellara, para doblarle cuando se había cumplido la primera parte de la carrera.
Cancellara paso como un bólido al español y en cada pedalada iba arañando segundos con respecto a su enemigo más director, Michael Rogers, y acercándose a los que habían marcado los mejores registros hasta entonces el americano Zabriskie y Vinokourov. Por medio se encontraba ilustres especialistas como el alemán Andreas Kloden, el italiano Vicenzo Nibali, la revelación de la Vuelta a España el kazako Andrey Kashechkin, el húngaro Laszlo Bodrogi y el británico David Millar que era uno de los que más contaba tras su vuelta a la competición después de dos años de sanción y su éxito en una de las cronos de la Vuelta.
El triunfo de Cancellara no es ninguna sorpresa. Es uno de los mejores en esa modalidad ciclista y en sus comienzos como ciclista, en la época de juveniles, ya dejó claro que marchaba con un auténtico reloj suizo como lo demuestra sus dos campeonatos en esa categoría y sin ir más lejos el tercer puesto logrado el pasado año en los mundiales de Madrid. Fue una crono que no deparó ninguna sorpresa, pues los grandes especialistas favoritos subieron al podio y otros que también entraban en los pronósticos debido a diferentes circunstancias tampoco lo hicieron mal, pero quedaron más lejos de sus marcas habituales.
Circunstancias que se les atragantaron a dos grandes especialistas como son los dos primeros del podio del pasado año, el australiano Rogers y el español José Ivan Gutiérrez, que no tuvo su mejor día debido a dificultades con la bicicleta que tuvo que cambiar por problemas en el manillar. Muchos problemas para el español que tuvo un comienzo un tanto irregular y luego ese percance con la maquina lo que aprovecharon sus más directos rivales, especialmente el flamante ganador Cancellara, para doblarle cuando se había cumplido la primera parte de la carrera.
Cancellara paso como un bólido al español y en cada pedalada iba arañando segundos con respecto a su enemigo más director, Michael Rogers, y acercándose a los que habían marcado los mejores registros hasta entonces el americano Zabriskie y Vinokourov. Por medio se encontraba ilustres especialistas como el alemán Andreas Kloden, el italiano Vicenzo Nibali, la revelación de la Vuelta a España el kazako Andrey Kashechkin, el húngaro Laszlo Bodrogi y el británico David Millar que era uno de los que más contaba tras su vuelta a la competición después de dos años de sanción y su éxito en una de las cronos de la Vuelta.
El triunfo de Cancellara no es ninguna sorpresa. Es uno de los mejores en esa modalidad ciclista y en sus comienzos como ciclista, en la época de juveniles, ya dejó claro que marchaba con un auténtico reloj suizo como lo demuestra sus dos campeonatos en esa categoría y sin ir más lejos el tercer puesto logrado el pasado año en los mundiales de Madrid. Fue una crono que no deparó ninguna sorpresa, pues los grandes especialistas favoritos subieron al podio y otros que también entraban en los pronósticos debido a diferentes circunstancias tampoco lo hicieron mal, pero quedaron más lejos de sus marcas habituales.