L D (EFE) Los manifestantes piden la dimisión del primer ministro, Ferenc Gyurcsány, tras filtrarse a una radio una conversación privada en la que éste reconocía que había mentido sobre la situación del país "durante un año y medio" para ganar las pasadas elecciones. En la madrugada del jueves ya se registró un descenso en el nivel de violencia callejera.
En los últimos días se han registrado casi 200 detenciones por las fuerzas de seguridad, que han advertido de que utilizarían la máxima dureza para atajar cualquier acto de violencia. El jefe de la Policía de Budapest, Péter Gergényi, anunció este jueves que se actuará "con dureza" contra "todos aquellos que participen en actos violentos".
Miembros de extrema derecha y elementos ultras de algunos equipos de fútbol de Budapest fueron los principales responsables de los altercados de los pasados días, según la policía, y pueden hacer frente hasta a cinco años de cárcel en los casos más graves, aseguró la Fiscalía de Budapest.