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Mueren once personas en enfrentamientos armados entre dos grupos mineros en Bolivia

El Gobierno de Bolivia ha confirmado la muerte de al menos once personas (entre ello cinco cooperativistas, una mujer trabajadora, y dos conductores) en un choque "armado" entre dos grupos de mineros que se disputan el control de una mina estatal de estaño en Huanuni, pueblo del departamento andino de Oruro. El portavoz presidencial, Alex Contreras, dijo que hay 45 personas heridas. El Gobierno de Bolivia ha decidido enviar 700 policías a la mina, después del fracaso de una misión de pacificación, encabezada por el defensor del pueblo, enviada el jueves al lugar.

El Gobierno de Bolivia ha confirmado la muerte de al menos once personas (entre ello cinco cooperativistas, una mujer trabajadora, y dos conductores) en un choque "armado" entre dos grupos de mineros que se disputan el control de una mina estatal de estaño en Huanuni, pueblo del departamento andino de Oruro. El portavoz presidencial, Alex Contreras, dijo que hay 45 personas heridas. El Gobierno de Bolivia ha decidido enviar 700 policías a la mina, después del fracaso de una misión de pacificación, encabezada por el defensor del pueblo, enviada el jueves al lugar.
L D (EFE) En declaraciones al canal estatal boliviano de televisión, el portavoz presidencial, Alex Contreras, confirmó que once personas han muerto y otras 45 permanecen heridas despuésde que dos grupos de mineros se enfrentaran por el control estatal de estaño en Huanuni, pueblo del departamento andino de Oruro.
 
El funcionario explicó que entre las víctimas mortales hay cinco cooperativistas, una mujer trabajadora, y dos conductores, que no participaban del enfrentamiento entre mineros. Huanuni es un centro minero ubicado a 288 kilómetros al sureste de La Paz, donde los dos sectores enfrentados, que usaron armas de fuego y dinamita, intentan controlar una mina de estaño de la empresa estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol).

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y su colega de Trabajo, Alex Gálvez, viajaron en helicóptero hasta Huanuni, acompañados del defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, y el presidente de la APDH, Guillermo Vilela. Según versiones de medios locales, el choque comenzó a media mañana, cuando acabó una asamblea de varios centenares de mineros de cooperativas de la región, que decidieron ocupar la Empresa Minera Huanuni, propiedad de Comibol. Según la versión oficial, se ha comprobado que en el enfrentamiento se usaron armas de fuego, además de las explosiones de cartuchos de dinamita, tanto en la mina como en las calles de Huanuni.

Como los mineros asalariados de esa empresa se atrincheraron en su campamento, los cooperativistas iniciaron un cerco que derivó en el ataque con dinamita desde ambos lados, según relataron obreros, vecinos y periodistas del lugar. El líder de la Central Obrera Boliviana (COB), Pedro Montes, responsabilizó del suceso al Gobierno y anunció una reunión de la directiva sindical nacional para adoptar medidas, entre las que no se descarta una huelga general.
 
En sus declaraciones, Contreras anunció que el Gobierno ordenó el repliegue de los efectivos del Ejército y de la Policía de la región de Huanuni, para impedir que se agrave el conflicto, el más violento entre obreros ocurrido en Bolivia. Dijo que grupos de cooperativistas mineros y sus esposas están bloqueando el camino de acceso a Huanuni, y manifestó su esperanza de que permitirán el acceso de la misión oficial.
 
En las primeras horas de este viernes, Waldo Albarracín, Defensor del Pueblo, anunció que tras varias horas de negociaciones se ha llegado a un acuerdo para que terminen los enfrentamientos violentos de dos sectores mineros. Explicó que las dos partes se comprometieron a suspender las hostilidades y añadió que "garanticemos que a partir de este momento Huanuni viva en tranquilidad. Si garantizamos eso, de que no va haber ni una bala más, ningún muerto, ningún choque, nada de violencia, lo otro (encontrar soluciones definitivas a la disputa) va a ser más fácil". Sin embargo, los enfrentamientos han continuado y el Gobierno boliviano ha decidido enviado 700 policías.

La confrontación entre cooperativistas y mineros asalariados por el control de minas del Estado se remonta a hace varios años, pero hasta ahora no se había manifestado con tanta violencia. Los asalariados han sido afines a Morales, aunque últimamente son críticos con el Gobierno, al que acusan de preferir a los cooperativistas. Ambos grupos, cada uno por su lado, bloquearon en septiembre pasado las carreteras más importantes de Bolivia para exigir al Gobierno que atendiera sus demandas.

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