L D (EFE) Esta situación duró hasta que los colegidos empezaron a aplicar el reglamento con mayor rigurosidad, porque sobre todo los pivotes del campeón español sufrieron uno y mil golpes. A partir del minuto 13 y hasta el 16 el Ciudad Real, una vez que su 5-1 estuvo más ajustado, hizo un parcial de 4-1 al campeón suizo que sirvió para romper definitivamente el choque.
Fue a partir de ese instante cuando el equipo español hizo su mejor balonmano, con solidez defensiva, salidas a contraataques y la definición de las jugadas por parte de los extremos, sobre todo del croata Mirza Dzomba que volvió a maravillar con su muñeca. El Ciudad Real también empezó a encontrar respuestas desde el lateral, sobre todo desde el izquierdo, donde Rutenka una y otra vez soltó el lanzamiento a pie cambiado y encontró el camino para distanciar definitivamente a su equipo en el marcador.
Según pasaban los minutos las diferencias se incrementaban. A los suizos se les puso tan cuesta arriba la situación que perdieron agresividad en defensa y el Ciudad Real encontraba autopistas por donde llegar a la victoria final, maquillada en el resultado en los últimos 5 minutos por la relajación local.
Fue a partir de ese instante cuando el equipo español hizo su mejor balonmano, con solidez defensiva, salidas a contraataques y la definición de las jugadas por parte de los extremos, sobre todo del croata Mirza Dzomba que volvió a maravillar con su muñeca. El Ciudad Real también empezó a encontrar respuestas desde el lateral, sobre todo desde el izquierdo, donde Rutenka una y otra vez soltó el lanzamiento a pie cambiado y encontró el camino para distanciar definitivamente a su equipo en el marcador.
Según pasaban los minutos las diferencias se incrementaban. A los suizos se les puso tan cuesta arriba la situación que perdieron agresividad en defensa y el Ciudad Real encontraba autopistas por donde llegar a la victoria final, maquillada en el resultado en los últimos 5 minutos por la relajación local.