L D (EFE) "Me gustaría volcar mi experiencia de muchos años en el fútbol europeo a los jóvenes de la selección uruguaya", decía Silva en declaraciones a la radio Carve de Montevideo.
El futbolista no descarta la posibilidad de cumplir tareas similares en el Peñarol, el equipo con el que ganó varios títulos de la Liga uruguaya antes de emigrar para jugar en equipos de Italia, España e Inglaterra. El presidente del Peñarol, José Pedro Damiani, afirmaba el lunes que las puertas del club "están abiertas" para que Darío Silva "trabaje en lo que quiera, porque nos ha dado muchas satisfacciones en el pasado", afirma.
El ex goleador concurre a diario desde su domicilio, en la periferia de Montevideo, a la Asociación Española Primera de Socorros Mutuos para realizarse curaciones en ambas piernas. "En la derecha me curan el muñón y en la izquierda la operación que me hicieron para ver si podían utilizar una vena y salvarme la otra pierna", señalaba. El ex futbolista, que se mueve con muletas, califica de "increíbles" las muestras de solidaridad y apoyo que recibió desde su país y desde el exterior. "Hasta un equipo de Shangai salió al campo con una pancarta para darme ánimo, cuando lo vi en la televisión no lo podía creer", agregaba. El ex jugador llegaba a bromear durante la entrevista y afirmaba que "nunca más, ni yo ni nadie, comerá dentro de mi vehículo", en referencia al accidente de tráfico que casi le cuesta la vida.
El uruguayo conducía su camioneta cuatro por cuatro por la rambla de Montevideo junto a otros dos futbolistas locales, se distrajo unos instantes para comer un bocadillo y se estrelló contra una columna. El ex futbolista salió despedido del vehículo y la columna derribada le destrozó la parte inferior de su pierna derecha. Sus acompañantes salieron casi ilesos Silva estuvo ingresado seis días en una unidad de cuidados intensivos, los tres primeros sin conocimiento, y en total permaneció dos semanas ingresado.
"Cuando me vi sin parte de la pierna derecha el golpe anímico fue muy duro y quise morir. Pero después me di cuenta que tengo mucho por lo que vivir", afirma. "Por mis hijos, por mi madre, por mi esposa, por mis amigos y por mí mismo debo ser fuerte y seguir adelante", aseguraba. "Me siento bien anímicamente y con ganas de encarar esta nueva etapa de mi vida", agrega el uruguayo.
Silva descarta la posibilidad de viajar en breve a Italia para colocarse una prótesis, como era su intención original. "Me dijeron que en Uruguay están los mismos adelantos, yo soy muy uruguayo, defiendo lo nuestro y me pondré una prótesis aquí", dice.
Darío Silva, de 33 años, fue goleador de los equipos uruguayos Defensor y Peñarol, el italiano Cagliari, los españoles Espanyol, Málaga, Sevilla, y hasta mediados de año, en el inglés Portsmouth. En la selección uruguaya Silva jugó casi cincuenta partidos, incluida la fase final de la Copa del Mundo de Corea y Japón 2002, y marcó 14 goles.
El futbolista no descarta la posibilidad de cumplir tareas similares en el Peñarol, el equipo con el que ganó varios títulos de la Liga uruguaya antes de emigrar para jugar en equipos de Italia, España e Inglaterra. El presidente del Peñarol, José Pedro Damiani, afirmaba el lunes que las puertas del club "están abiertas" para que Darío Silva "trabaje en lo que quiera, porque nos ha dado muchas satisfacciones en el pasado", afirma.
El ex goleador concurre a diario desde su domicilio, en la periferia de Montevideo, a la Asociación Española Primera de Socorros Mutuos para realizarse curaciones en ambas piernas. "En la derecha me curan el muñón y en la izquierda la operación que me hicieron para ver si podían utilizar una vena y salvarme la otra pierna", señalaba. El ex futbolista, que se mueve con muletas, califica de "increíbles" las muestras de solidaridad y apoyo que recibió desde su país y desde el exterior. "Hasta un equipo de Shangai salió al campo con una pancarta para darme ánimo, cuando lo vi en la televisión no lo podía creer", agregaba. El ex jugador llegaba a bromear durante la entrevista y afirmaba que "nunca más, ni yo ni nadie, comerá dentro de mi vehículo", en referencia al accidente de tráfico que casi le cuesta la vida.
El uruguayo conducía su camioneta cuatro por cuatro por la rambla de Montevideo junto a otros dos futbolistas locales, se distrajo unos instantes para comer un bocadillo y se estrelló contra una columna. El ex futbolista salió despedido del vehículo y la columna derribada le destrozó la parte inferior de su pierna derecha. Sus acompañantes salieron casi ilesos Silva estuvo ingresado seis días en una unidad de cuidados intensivos, los tres primeros sin conocimiento, y en total permaneció dos semanas ingresado.
"Cuando me vi sin parte de la pierna derecha el golpe anímico fue muy duro y quise morir. Pero después me di cuenta que tengo mucho por lo que vivir", afirma. "Por mis hijos, por mi madre, por mi esposa, por mis amigos y por mí mismo debo ser fuerte y seguir adelante", aseguraba. "Me siento bien anímicamente y con ganas de encarar esta nueva etapa de mi vida", agrega el uruguayo.
Silva descarta la posibilidad de viajar en breve a Italia para colocarse una prótesis, como era su intención original. "Me dijeron que en Uruguay están los mismos adelantos, yo soy muy uruguayo, defiendo lo nuestro y me pondré una prótesis aquí", dice.
Darío Silva, de 33 años, fue goleador de los equipos uruguayos Defensor y Peñarol, el italiano Cagliari, los españoles Espanyol, Málaga, Sevilla, y hasta mediados de año, en el inglés Portsmouth. En la selección uruguaya Silva jugó casi cincuenta partidos, incluida la fase final de la Copa del Mundo de Corea y Japón 2002, y marcó 14 goles.