L D (EFE) Los vallisoletanos salieron muy concentrados a la cancha, sobre todo en el aspecto defensivo y, aunque en un principio les costó superar la aguerrida defensa francesa, la rapidez en el ataque y la seriedad mostrada atrás, les permitió obtener una renta de tres goles (13-10), que obligó al técnico del Montpellier, Patrice Canayer, a solicitar un tiempo muerto.
El parón no surtió efecto de inmediato, puesto que en las dos jugadas siguientes, Rentero y Chema Rodríguez subieron el 15-10 al marcador, pero los franceses volvieron a apretar en defensa y aprovecharon la exclusión de Muratovic, con lo que remontaron las diferencias para establecer el 15-13 que propició el tiempo muerto del técnico vallisoletano Juan Carlos Pastor (min.28). En este caso la reprimenda sí que fue efectiva, puesto que el BM Valladolid consiguió anotar dos últimos tantos, de la mano de Garabaya y Gull -éste sobre la bocina- que situaron el electrónico en el 17-13 con el que se llegó al descanso.
Tras la reanudación, y tras un pequeño proceso de adaptación al juego, el BM Valladolid siguió escalando peldaños y, gracias a la buena dirección de Chema Rodríguez y al acierto de Gull, lograron una máxima renta de siete goles (24-17), que hizo a Canayer saltar del banquillo para pedir un nuevo tiempo muerto. De poco le sirvió al entrenador francés porque el conjunto local, gracias sobre todo a la inconmensurable labor de Sierra bajo los palos, que llegó a desesperar al rival, impusieron un total dominio en la pista, llegando a obtener una renta de diez goles (31-21) en el minuto 51.
Los vallisoletanos fueron capaces de hacer frente a una inferioridad de 4 a 6, puesto que fueron excluidos de forma consecutiva Eduard Fernández y García Parrondo, pero bajaron el listón en defensa y los franceses fueron capaces de remontar en el marcador y situarse a seis goles (31-25). Un nuevo parón solicitado por Pastor sirvió para despertar de nuevo al equipo vallisoletano que, empujado por su afición, recuperó su mejor momento de forma y, a través de Garabaya, Velasco y Chema, establecieron el definitivo 34-25, nueve goles de renta que prácticamente aseguran la primera plaza en el Grupo H de la Liga de Campeones.
El parón no surtió efecto de inmediato, puesto que en las dos jugadas siguientes, Rentero y Chema Rodríguez subieron el 15-10 al marcador, pero los franceses volvieron a apretar en defensa y aprovecharon la exclusión de Muratovic, con lo que remontaron las diferencias para establecer el 15-13 que propició el tiempo muerto del técnico vallisoletano Juan Carlos Pastor (min.28). En este caso la reprimenda sí que fue efectiva, puesto que el BM Valladolid consiguió anotar dos últimos tantos, de la mano de Garabaya y Gull -éste sobre la bocina- que situaron el electrónico en el 17-13 con el que se llegó al descanso.
Tras la reanudación, y tras un pequeño proceso de adaptación al juego, el BM Valladolid siguió escalando peldaños y, gracias a la buena dirección de Chema Rodríguez y al acierto de Gull, lograron una máxima renta de siete goles (24-17), que hizo a Canayer saltar del banquillo para pedir un nuevo tiempo muerto. De poco le sirvió al entrenador francés porque el conjunto local, gracias sobre todo a la inconmensurable labor de Sierra bajo los palos, que llegó a desesperar al rival, impusieron un total dominio en la pista, llegando a obtener una renta de diez goles (31-21) en el minuto 51.
Los vallisoletanos fueron capaces de hacer frente a una inferioridad de 4 a 6, puesto que fueron excluidos de forma consecutiva Eduard Fernández y García Parrondo, pero bajaron el listón en defensa y los franceses fueron capaces de remontar en el marcador y situarse a seis goles (31-25). Un nuevo parón solicitado por Pastor sirvió para despertar de nuevo al equipo vallisoletano que, empujado por su afición, recuperó su mejor momento de forma y, a través de Garabaya, Velasco y Chema, establecieron el definitivo 34-25, nueve goles de renta que prácticamente aseguran la primera plaza en el Grupo H de la Liga de Campeones.