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Toro niega que la dinamita hallada en el garaje que compartía con Trashorras y "Nayo" fuera suya

Antonio Toro Castro, uno de los principales encausados del macrojuico del caso "Pipol", que se juzga desde este lunes en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias, e implicado también en la trama asturiana de venta de explosivos del 11-M, ha declarado este martes que desconocía la procedencia de la dinamita que encontraron en la plaza de garaje donde la Policía halló los explosivos y los detonadores. El garaje era compartido con su cuñado José Emilio Suárez Trashorras –acusado por el 11-M también– y José Ignacio Fernández "Nayo". Toro ha asegurado incluso que no poseía las llaves de la plaza.

L D (Europa Press) Toro Castro ha dicho ante el juez que acompañó a la Policía a realizar la inspección de la citada plaza de garaje el mismo día de su detención –el 25 de julio de 2001–, pero que las llaves del local las tenía "Nayo" en su vehículo. Durante la inspección, se halló hachís y dinamita en una esquina. También había en el lugar "cajas con trastos" que señaló que no eran suyos. El acusado ha negado cualquier vinculación con la venta de dinamita o la compra-venta de cocaína.
 
Además, ha reconocido haber mentido en su primera declaración a la Policía, porque apuntó que no tenía ninguna actividad laboral y que no disponía de ingresos, cuando en realidad se dedicaba a la compra-venta de vehículos. A preguntas de su abogada, ha admitido no haber dicho la verdad porque no tenía licencia para ejercer dicha actividad, pero después de salir de prisión sacó el permiso y puso un establecimiento comercial.
 
Por otro lado, Toro Castro se acogió a su derecho de declarar sólo ante su letrada, Mª Teresa Suárez. El fiscal, José Perals, formuló igualmente las preguntas que tenía preparadas. La mayoría de ellas estaban relacionadas con conversaciones mantenidas con otro de los imputados M.B.M, el supuesto proveedor de droga gallego, y con su cuñado y  Trashorras, así como con "Nayo" y con el testigo Francisco Javier Villazón Lavandera, el portero del club Horóscopo de Gijón a quien supuestamente intentó venderle dinamita.
 
Asimismo, Perals ha leído preguntas referentes a un, a su entender, lenguaje cifrado que usaba Toro Castro cuando hablaba por teléfono. El fiscal deseaba conocer a qué personas se refería Toro Castro cuando hablaba de "Fran" o "El Gordo" y a lugares como "La Sala". Previamente a su declaración, durante el turno de otro de los acusados M.B.M, su abogado le preguntó si reconocía a Toro Castro como el hombre que le enseñaron en una foto en Comisaría en un reconocimiento, a lo que el imputado dijo que creía que no era la misma persona.

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