L D (EFE) El abuso del contacto en defensa de la selección griega, que permitieron los árbitros, fue otra barrera casi insalvable en la primera parte del partido. De ahí el 10-15 al final de los primeros 30 minutos. Cuando peor estaban las cosas, en el minuto 37, y el marcador reflejaba la máxima diferencia a favor de los griegos 12-19, 7 goles, llegó la reacción española, propiciada por la entrada de Chema Rodríguez, que con dos acciones eléctricas supo contagiar a sus compañeros.
España volvió a defender con efectividad y se fue entonando en ataque, no fallando las claras oportunidades en los lanzamientos, aunque los últimos minutos no fueron un camino de rosas y hubo que sufrir hasta el final. De hecho, la última posesión del partido, ya con el que sería definitivo 27-26, fue para la selección helena que no pudo batir la portería española en el ataque definitivo.
Con este resultado, España acaba séptima de la Copa del Mundo 2006, un resultado y una actuación que deberá pesar en la mente de Juan Carlos Pastor cuando tenga que confeccionar la selección para el Mundial de Alemania 2007, la cita realmente importante.