L D (EFE) Emoción a raudales y lucha sin cuartel en un gran partido de los navarros, que no se decidió hasta la recta final y en el que la defensa sobre el pivote Rolando Urios y la actuación inconmensurable de Demetrio Lozano, con sus trece goles, dinamitaron el partido y le dieron al conjunto local una victoria importantísima para recobrar la confianza y el primer puesto en la clasificación. Consciente de que no podía fallar, el Portland arrancó arrollador con un parcial de 3-0 y un Dominikovic como protagonista liderando su ataque y retrasando el primer gol del Ciudad Real hasta los seis minutos de juego.
Al conjunto manchego le costó entrar en el partido y encontró serias dificultades para penetrar el férreo 6-0 navarro, aunque poco a poco fue asomando la cabeza y le bastó con aprovechar varias intervenciones de mérito del guardameta Sterbik para neutralizar la desventaja e impedir el despegue antoniano (6-6, m. 14). A partir de entonces, el encuentro entró en una dinámica de toma y daca y aunque Portland perdió intensidad defensiva, la figura de Svensson emergió bajo los palos para espolear al conjunto navarro, que cobró una ligera ventaja de dos tantos,que sin embargo el Ciudad Real recortó antes de marcharse a vestuarios (14-13).
En la reanudación, el Portland trató de romper el partido alcanzando de nuevo una diferencia de tres goles a su favor (17-14), aunque un nuevo arreón del Ciudad Real merced a los goles de Rutenka y Urios, secundados por las paradas de Sterbik, permitían al conjunto manchego seguir metido en el partido. La retaguardia antoniana, pese a la brillante actuación de Svensson y Kasper, fue continuamente castigada con lanzamientos desde los siete metros, lo que dio alas al Ciudad Real para voltear el partido y ponerse por primera vez por delante en el marcador en el minuto 47 (23-24).
Pero fue un espejismo, porque Portland sabía que encaraba la recta final sin margen de error y, espoleado por su afición y liderado por Lozano, aguantó el tirón y apeló a su orgullo para acabar imponiéndose en un gran partido a su más directo rival y sumar dos puntos de oro, que le permite aventajarle en la tabla por un punto.
Al conjunto manchego le costó entrar en el partido y encontró serias dificultades para penetrar el férreo 6-0 navarro, aunque poco a poco fue asomando la cabeza y le bastó con aprovechar varias intervenciones de mérito del guardameta Sterbik para neutralizar la desventaja e impedir el despegue antoniano (6-6, m. 14). A partir de entonces, el encuentro entró en una dinámica de toma y daca y aunque Portland perdió intensidad defensiva, la figura de Svensson emergió bajo los palos para espolear al conjunto navarro, que cobró una ligera ventaja de dos tantos,que sin embargo el Ciudad Real recortó antes de marcharse a vestuarios (14-13).
En la reanudación, el Portland trató de romper el partido alcanzando de nuevo una diferencia de tres goles a su favor (17-14), aunque un nuevo arreón del Ciudad Real merced a los goles de Rutenka y Urios, secundados por las paradas de Sterbik, permitían al conjunto manchego seguir metido en el partido. La retaguardia antoniana, pese a la brillante actuación de Svensson y Kasper, fue continuamente castigada con lanzamientos desde los siete metros, lo que dio alas al Ciudad Real para voltear el partido y ponerse por primera vez por delante en el marcador en el minuto 47 (23-24).
Pero fue un espejismo, porque Portland sabía que encaraba la recta final sin margen de error y, espoleado por su afición y liderado por Lozano, aguantó el tirón y apeló a su orgullo para acabar imponiéndose en un gran partido a su más directo rival y sumar dos puntos de oro, que le permite aventajarle en la tabla por un punto.