(Libertad Digital) Según cuenta La Nueva España, el testimonio del ahora fallecido era la única prueba pericial con la que contaba el fiscal antidroga que instruye el caso por la operación Pípol para demostrar la imputación de Antonio Toro, José Emilio Suárez Trashorras y José Fernández Díaz "Nayo" en el tráfico de explosivos.
Quizá lo más sorprendente de la información es que el fiscal José Perals se enteró de la muerte del Tedax el pasado miércoles 25 de octubre pese a haberse producido en agosto de 2005 y por pura casualidad. Siempre según el diario asturiano, el fiscal tuvo conocimiento del suceso al escuchar al presidente del tribunal, Bernardo Donapetry, comentarlo con uno de los abogados de las defensas. En ningún caso fue informado de forma oficial pese a que el testimonio del perito era la única forma de demostrar la acusación por tráfico de explosivos.
Si el fiscal consideraba la declaración del perito como esencial es porque era la única que podía demostrar el delito de tráfico de explosivos ya que en la primera sesión de la vista el tribunal que juzga el caso rechazó admitir un informe elaborado por el laboratorio químico toxicológico de la Comisaría General de la Policía científica en el que se decía que las muestras recogidas demostraban que el explosivo encontrado era goma 2 ECO. La Nueva España hace especial hincapié en que "sin este informe, no existe ninguna certificación escrita de la existencia de la dinamita, que fue destruida".
Perals no dudó en solicitar una nueva declaración de otro agente que también estuvo presente en la operación. Finalmente, este martes la Sala accedió a la petición. Las defensas de Toro y Trashorras se habían negado a aceptar este nuevo testimonio con carácter pericial.
Perals no dudó en solicitar una nueva declaración de otro agente que también estuvo presente en la operación. Finalmente, este martes la Sala accedió a la petición. Las defensas de Toro y Trashorras se habían negado a aceptar este nuevo testimonio con carácter pericial.
El accidente mortal del tedax de la Policía Nacional Carlos Manuel Fernández González, de 32 años, sucedió el 1 de agosto de 2005 a la una y media de la madrugada en el cruce de las calles Cuba y José Manuel Pedregal. Su moto, de gran cilindrada, impactó contra un turismo. Carlos Manuel salió despedido hasta impactar mortalmente contra un buzón de correos.