L D (EFE) Los vallisoletanos tuvieron dificultades desde el inicio para superar la férrea defensa de los franceses y para frenar sus rápidas incursiones, lo que trajo consigo que el Montpellier llegara a obtener una renta de cuatro goles (7-3), a partir de la cual el técnico del BM Valladolid, Juan Carlos Pastor, solicitó un tiempo muerto para corregir errores. Gull y Ugalde se encargaron de reducir diferencias en las siguientes jugadas, pero los franceses no estaban dispuestos a ceder ni un ápice y, gracias a una defensa prácticamente individual sobre los jugadores vallisoletanos, fueron incrementando su ventaja hasta llegar a los cinco goles (12-7), a falta de cinco minutos para el descanso.
Mas en los últimos minutos de la primera mitad resurgió Muratovic en los lanzamientos y, a través de un buen trabajo en equipo, fundamentalmente en el terreno defensivo, con Ugalde y García Parrondo especialmente eficaces, los de Pastor consiguieron recortar las distancias, llegando al final con sólo dos goles de desventaja (14-12). Tras la reanudación, los españoles continuaron manteniendo el tipo, pero Sioud se convirtió en una verdadera bestia negra ya que prácticamente él solo se bastó para aupar al Montpellier en el marcador, que de nuevo consiguió una renta de cinco goles (19-14) en el minuto 39 y ponía muy cuesta arriba el partido al rival.
Pero los vallisoletanos nunca tiraron la toalla y, cuando jugaba en bloque y no perdía balones, a lo que se sumó la brillante actuación bajo los palos de José Manuel Sierra, volvía a poner a los franceses contra las cuerdas (24-22), dejando los siete últimos minutos de partido abiertos a cualquier final. Ni la tarjeta roja que los colegiados mostraron a Chema Rodríguez en el minuto 58, tras una trifulca con Dole, que fue excluido dos minutos, pudo con las ganas de los vallisoletanos por sumar algún punto en la inexpugnable cancha francesa y, gracias a la concentración que mantuvieron hasta el último minuto, se hicieron con un merecido empate (29-29), que les asegura esa primera plaza.
Mas en los últimos minutos de la primera mitad resurgió Muratovic en los lanzamientos y, a través de un buen trabajo en equipo, fundamentalmente en el terreno defensivo, con Ugalde y García Parrondo especialmente eficaces, los de Pastor consiguieron recortar las distancias, llegando al final con sólo dos goles de desventaja (14-12). Tras la reanudación, los españoles continuaron manteniendo el tipo, pero Sioud se convirtió en una verdadera bestia negra ya que prácticamente él solo se bastó para aupar al Montpellier en el marcador, que de nuevo consiguió una renta de cinco goles (19-14) en el minuto 39 y ponía muy cuesta arriba el partido al rival.
Pero los vallisoletanos nunca tiraron la toalla y, cuando jugaba en bloque y no perdía balones, a lo que se sumó la brillante actuación bajo los palos de José Manuel Sierra, volvía a poner a los franceses contra las cuerdas (24-22), dejando los siete últimos minutos de partido abiertos a cualquier final. Ni la tarjeta roja que los colegiados mostraron a Chema Rodríguez en el minuto 58, tras una trifulca con Dole, que fue excluido dos minutos, pudo con las ganas de los vallisoletanos por sumar algún punto en la inexpugnable cancha francesa y, gracias a la concentración que mantuvieron hasta el último minuto, se hicieron con un merecido empate (29-29), que les asegura esa primera plaza.