El ministro destacó durante su intervención que la cooperación hispano marroquí ya ha dado "algunos resultados importantes" aunque en el próximo encuentro se reforzarán los trabajos para detectar y perseguir el "intolerante" tráfico organizado de menores
Por otro lado, y en referencia al traslado de menores a la Península procedentes de Canarias, Caldera recordó que el Gobierno está interviniendo a pesar de que "desde el punto de vista competencial no tienen instrumentos". De este modo, reiteró a las comunidades autónomas la necesidad de "profundizar en su solidaridad" para ejercer la tutela de estos menores.
A este respecto, el diputado canario, Román Rodríguez, destacó que los centros de menores de Canarias siguen "desbordados", por lo que pidió al Gobierno que "asuma su responsabilidad" e incremente sus esfuerzos para el traslado de los menores. En alusión a Marruecos, recordó que se debe "poner toda la carne en el asador" ya que llevan tres años de cooperación "con trabajo pero sin eficacia".
Acerca de la información sobre los datos del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que sitúan a la inmigración como primer problema de los españoles, Caldera dijo que era "mayor" la preocupación en el año 2001 cuando gobernaba el PP, destacando que entonces la inmigración creció "de forma descontrolada".
Criticó al Partido Popular porque, a su modo de ver, ofrecen una imagen de los españoles como "excluyentes y favorecedores del racismo y la xenofobia". Por ello, Caldera invitó a los populares a no utilizar la inmigración "de manera partidista" y a hacer uso de la Subcomisión de Inmigración que se constituye mañana en el Congreso de los Diputados.
De este modo, destacó que la inmigración está creciendo actualmente "con más control y legalidad", por lo que entiende que los españoles se preocupen de las condiciones en las que llegan los inmigrantes a la península y den muestras de "su sentido humanitario".
Por su parte, la diputada 'popular' Roldós, acusó a Caldera de mantener un discurso "lleno de cinismo político", justificando la preocupación de los españoles "después de haber visto inmigrantes explotados, engañados y hacinados", aseveró.