L D (EFE) La manifestación, que se ha desarrollado de forma festiva y sin incidentes, se inició en la Plaza Universidad y finalizó en la Plaza Sant Jaume, donde los ocupas se reunieron con algunos miembros de la Asociación de Vecinos del Poblenou, que les apoyan. La comitiva hizo algunas paradas en su recorrido delante de centros culturales importantes de la ciudad, como el MACBA o el Liceo, a los cuales dirigieron gritos y silbidos por formar parte de la cultura institucionalizada.
Los participantes en la protesta mostraron carteles con mensajes contra la política urbanística del ayuntamiento de Barcelona y a favor del arte, y corearon consignas como "La cultura no se desaloja" o "El 22@ nos roba". Una de las principales quejas de los ocupas se centró en el proceso judicial que originó su desalojo de Can Ricart ya que, según ha explicado un miembro del colectivo La Makabra, Niko Bonnieure, "el único argumento del juez fue el uso de la violencia durante la okupación" del recinto, aspecto que los ocupas han desmentido.
"Pensamos que los argumentos son falsos y no podemos recurrir", lamenta Bonnieure, por lo que el colectivo ha anunciado que el próximo lunes publicará en su página web un vídeo grabado durante la ocupación de Can Ricart en el cual, según los okupas, se demuestra que "de ninguna manera" utilizaron la violencia.
Miembros de La Makabra han denunciado también la imposibilidad que han tenido de acceder a los archivos del caso y, por lo tanto, a su legítima defensa ante el juez, quien, según Marc, otro miembro del colectivo, "ha recibido presiones políticas".
La Asociación de Vecinos del Pueblo se ha sumado también a la protesta porque temen que el desalojo de los ocupas de Can Ricart suponga la entrada inminente de excavadoras y, por lo tanto, la destrucción de un recinto que consideran "patrimonio del pueblo catalán".
"Pensamos que los argumentos son falsos y no podemos recurrir", lamenta Bonnieure, por lo que el colectivo ha anunciado que el próximo lunes publicará en su página web un vídeo grabado durante la ocupación de Can Ricart en el cual, según los okupas, se demuestra que "de ninguna manera" utilizaron la violencia.
Miembros de La Makabra han denunciado también la imposibilidad que han tenido de acceder a los archivos del caso y, por lo tanto, a su legítima defensa ante el juez, quien, según Marc, otro miembro del colectivo, "ha recibido presiones políticas".
La Asociación de Vecinos del Pueblo se ha sumado también a la protesta porque temen que el desalojo de los ocupas de Can Ricart suponga la entrada inminente de excavadoras y, por lo tanto, la destrucción de un recinto que consideran "patrimonio del pueblo catalán".