L D (EFE) Este atentado se produce después de que cinco personas murieran este viernes y medio centenar resultaran heridas al estallar otra bomba en un autobús en Nittambuwa, a unos 30 kilómetros al este de Colombo, en un ataque que el Gobierno también achacó a la guerrilla separatista tamil.
El portavoz militar Prasad Samarasinghe confirmó la muerte de quince personas en el último atentado y agregó que más de cuarenta han sido ingresadas en diferentes hospitales de la zona, al tiempo que precisó que dos personas han sido detenidas en relación con los ataques. Además, la Policía ha instalado barricadas en la zona del suceso mientras investiga lo ocurrido.
Los dos atentados perpetrados en menos de 24 horas se producen en medio de una dura ofensiva del Ejército en el norte y este de Sri Lanka, en zonas controladas por el grupo terrorista independentista tamil.
En la última semana al menos una veintena de personas han muerto a causa de la violencia en estas zonas, entre ellas quince civiles que perdieron la vida cuando un bombardeo del Ejército destruyó un poblado de pescadores en el distrito de Mannar. A raíz de aquel suceso, la ONU instó al Gobierno de Colombo y a los terroristas a asumir sus responsabilidades bajo la ley internacional y tomar medidas para proteger a los civiles.
En la isla en teoría está vigente un alto el fuego desde 2002, pero éste es violado por ambas partes de forma sistemática. La lucha de los terroristas tamiles por un Estado independiente en el norte y este de la isla comenzó en la década de los 70 y se convirtió en guerra abierta en los 80, y desde entonces ha acabado con la vida unas 65.000 personas.
Los dos atentados perpetrados en menos de 24 horas se producen en medio de una dura ofensiva del Ejército en el norte y este de Sri Lanka, en zonas controladas por el grupo terrorista independentista tamil.
En la última semana al menos una veintena de personas han muerto a causa de la violencia en estas zonas, entre ellas quince civiles que perdieron la vida cuando un bombardeo del Ejército destruyó un poblado de pescadores en el distrito de Mannar. A raíz de aquel suceso, la ONU instó al Gobierno de Colombo y a los terroristas a asumir sus responsabilidades bajo la ley internacional y tomar medidas para proteger a los civiles.
En la isla en teoría está vigente un alto el fuego desde 2002, pero éste es violado por ambas partes de forma sistemática. La lucha de los terroristas tamiles por un Estado independiente en el norte y este de la isla comenzó en la década de los 70 y se convirtió en guerra abierta en los 80, y desde entonces ha acabado con la vida unas 65.000 personas.