L D (EFE) La prudencia contrasta con la seguridad que muestra sobre la moto, aunque el peligro acecha en cualquier lugar, como les ha sucedido a sus principales rivales, el español Isidre Esteve y el francés Cyril Despres, ambos víctimas de la rotura de la caja de cambios. "Yo voy a seguir con mi trabajo y los mecánicos que sigan con el suyo", afirma Coma, que sabe que su moto es igual que la de Esteve y Despres y que cada vez parece más claro que hay un defecto en la caja de cambios de la nueva KTM. "Parece que está habiendo más problemas de los habituales. Estoy tranquilo porque si algo se tiene que romper se va a romper igual", comenta.
Coma evita ir más allá del día a día y, lo más que está dispuesto a admitir es que tras las dos etapas mauritanas más duras, la situación es inmejorable para él. Pero sabe que esto no es más que un momento y que todo puede darse la vuelta como una tortilla, por lo que sigue trabajando en cada etapa "como si fuera la primera". "Estar de líderes es muy importante, pero queda una etapa en Mauritania y luego el África negra, que es muy complicada de navegación y, aunque física y mecánicamente no es tan exigente, cometer un error te puede salir muy caro. Estoy bien, pero no voy a bajar la guardia en ningún momento", advierte.
Su principal rival es Despres, que se encuentra a casi 55 minutos en la general, pero que no está dispuesto a arrojar la toalla hasta las riveras del Lago Rosa. "Sigo creyendo en la victoria, yo no estoy compitiendo por la segunda plaza. Hasta Dakar todavía pueden pasar muchas cosas", afirma el galo, segundo en la etapa tras el lituano Janis Vinters. Despres, que ha tenido muchos problemas con el cambio de su KTM, advertía de que ninguno de los pilotos que ruedan con esa moto está a salvo.
"Si Coma no tiene problemas, lo mejor que puede hacer es jugar a la lotería", afirmó el francés, quien envió un mensaje a los fabricantes de la moto al decir que pensaba que "en 2007 podían hacerse cajas de cambio sólidas". El francés ha recortado apenas 22 segundos a Coma, en una etapa en la que tuvo problemas con su libro de ruta, que tuvo que ir desplegando de forma manual.
Coma evita ir más allá del día a día y, lo más que está dispuesto a admitir es que tras las dos etapas mauritanas más duras, la situación es inmejorable para él. Pero sabe que esto no es más que un momento y que todo puede darse la vuelta como una tortilla, por lo que sigue trabajando en cada etapa "como si fuera la primera". "Estar de líderes es muy importante, pero queda una etapa en Mauritania y luego el África negra, que es muy complicada de navegación y, aunque física y mecánicamente no es tan exigente, cometer un error te puede salir muy caro. Estoy bien, pero no voy a bajar la guardia en ningún momento", advierte.
Su principal rival es Despres, que se encuentra a casi 55 minutos en la general, pero que no está dispuesto a arrojar la toalla hasta las riveras del Lago Rosa. "Sigo creyendo en la victoria, yo no estoy compitiendo por la segunda plaza. Hasta Dakar todavía pueden pasar muchas cosas", afirma el galo, segundo en la etapa tras el lituano Janis Vinters. Despres, que ha tenido muchos problemas con el cambio de su KTM, advertía de que ninguno de los pilotos que ruedan con esa moto está a salvo.
"Si Coma no tiene problemas, lo mejor que puede hacer es jugar a la lotería", afirmó el francés, quien envió un mensaje a los fabricantes de la moto al decir que pensaba que "en 2007 podían hacerse cajas de cambio sólidas". El francés ha recortado apenas 22 segundos a Coma, en una etapa en la que tuvo problemas con su libro de ruta, que tuvo que ir desplegando de forma manual.