L D (EFE) "Para mí lo más importante es ponerme en forma y ganar carreras. El Tour es el principal objetivo, pero no es el único, porque también están las clásicas, la Vuelta al País Vasco y otras carreras. Me gustaría ganar una etapa de montaña en el Tour. Ya lo hice en los Alpes, y ahora sería un sueño conseguirlo en los Pirineos, cerca de casa y de la afición", indica Mayo.
El ciclista de Igorre (Vizcaya), conquistador del Alpe D'Huez en el Tour 2003, el del Centenario, ha renovado a sus 29 años la ilusión por volver a lo más alto del ciclismo con el maillot del Saunier Duval, después de dejar atrás una larga trayectoria de 7 años en su equipo de siempre, el Euskaltel Euskadi, salpicada de triunfos y alguna que otra decepción. "He cambiado el color naranja por el amarillo, que no dejan de ser colores muy chillones, pero lo más destacable es que aquí me han recibido muy bien, han apostado por mí y veo que una de las ventajas es que te dejan trabajar a tu aire, sin presión. Estoy muy motivado, en un equipo donde todos somos iguales y hay oportunidades para todos", explica Mayo, ganador de cuatro carreras en 2006, entre ellas la Vuelta a Burgos.
Iban Mayo, irregular en sus actuaciones, sobre todo en las grandes carreras, espera rectificar "los altibajos y reforzar la mentalidad para demostrar que estando bien puedo ganar carreras". La nueva estrella del Saunier, calificado como "un crack y una estrella, de los tres mejores de España" por su director, Josean Fernández Matxín, empezará la temporada en la Vuelta a Mallorca, luego participará en la Ruta del Sol, Vuelta a Murcia, Vuelta al País Vasco y alguna clásica. "La Lieja-Bastoña-Lieja me encanta", precisó Mayo.
Mayo recuerda que en siete años en el Euskaltel ha dejado muchos amigos y que desea lo mejor a sus ex compañeros. Ahora, en el Saunier, "un equipo con más nombres y mejor palmarés, aunque con otra filosofía", será una "pieza de apoyo" del italiano Simoni en el Giro y la baza del equipo en el Tour, donde aún tiene cuentas pendientes. Respecto a la situación que vive el ciclismo en la actualidad, Mayo fue tajante. "Si esto sigue así se puede acabar", concluyó.
El ciclista de Igorre (Vizcaya), conquistador del Alpe D'Huez en el Tour 2003, el del Centenario, ha renovado a sus 29 años la ilusión por volver a lo más alto del ciclismo con el maillot del Saunier Duval, después de dejar atrás una larga trayectoria de 7 años en su equipo de siempre, el Euskaltel Euskadi, salpicada de triunfos y alguna que otra decepción. "He cambiado el color naranja por el amarillo, que no dejan de ser colores muy chillones, pero lo más destacable es que aquí me han recibido muy bien, han apostado por mí y veo que una de las ventajas es que te dejan trabajar a tu aire, sin presión. Estoy muy motivado, en un equipo donde todos somos iguales y hay oportunidades para todos", explica Mayo, ganador de cuatro carreras en 2006, entre ellas la Vuelta a Burgos.
Iban Mayo, irregular en sus actuaciones, sobre todo en las grandes carreras, espera rectificar "los altibajos y reforzar la mentalidad para demostrar que estando bien puedo ganar carreras". La nueva estrella del Saunier, calificado como "un crack y una estrella, de los tres mejores de España" por su director, Josean Fernández Matxín, empezará la temporada en la Vuelta a Mallorca, luego participará en la Ruta del Sol, Vuelta a Murcia, Vuelta al País Vasco y alguna clásica. "La Lieja-Bastoña-Lieja me encanta", precisó Mayo.
Mayo recuerda que en siete años en el Euskaltel ha dejado muchos amigos y que desea lo mejor a sus ex compañeros. Ahora, en el Saunier, "un equipo con más nombres y mejor palmarés, aunque con otra filosofía", será una "pieza de apoyo" del italiano Simoni en el Giro y la baza del equipo en el Tour, donde aún tiene cuentas pendientes. Respecto a la situación que vive el ciclismo en la actualidad, Mayo fue tajante. "Si esto sigue así se puede acabar", concluyó.