LD (EFE) Fuentes diplomáticas occidentales han informado de que las autoridades de Irán han instalado recientemente 328 centrifugadoras nucleares en la planta atómica de Natanz, cerca de Isfahan, en el centro de Irán. En concreto se trata de dos cascadas de 164 centrifugadoras de gas para enriquecer uranio de manera interconectada, y cuyo dominio técnico es indispensable para lograr material que sirva de combustible nuclear.
El uranio es un material muy sensible debido a su posible doble uso, civil y militar, dependiendo de su grado de enriquecimiento, que, si alcanza más de un 80 por ciento, puede servir para fabricar una bomba atómica. Según las fuentes consultadas, los técnicos iraníes no han introducido hexafluoruro de uranio (UF6), un gas precursor que se usa para enriquecer uranio en las cascadas, y las pretenden probar en vacío.
De esta forma, Irán puede proseguir con sus investigaciones con estos artilugios sin correr el riesgo de ser acusado de producir uranio enriquecido, un material legal dentro del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP). Sin embargo, las preguntas sin esclarecer del programa nuclear iraní hicieron que el pasado veintitrés de diciembre el Consejo de Seguridad de la ONU aprobase la resolución 1737, que exigía a Teherán la suspensión de sus actividades de enriquecimiento de uranio, además de "las actividades relacionadas", "incluyendo la investigación y el desarrollo" antes de sesenta días.
En la planta nuclear de Natanz la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) certificó ya el pasado junio que Irán introdujo UF6 en una cascada de 164 centrifugadoras que estaban siendo utilizadas de forma experimental. El director general de la agencia, Mohamed El Baradei, debe redactar un informe sobre el programa nuclear de Irán para entregarlo el veintiuno de febrero a los miembros del Consejo de Seguridad.
Si Irán no cumple con las exigencias en el plazo impuesto por la ONU, que finaliza a finales de febrero, los estados miembros de la organización tendrán prohibido suministrar material y tecnología que Teherán pueda utilizar para sus programas nucleares y de misiles. El texto estipula, además, la congelación de los activos financieros a compañías e individuos claves involucrados en estos programas.