L D (EFE) El Observatorio del Ministerio del Interior, de reciente creación, es el encargado de velar por que los estadios cumplan la normativa recientemente aprobada en consejo de ministros, así como decir en qué instalaciones se debe jugar con o sin público. Durante la reunión de este martes, mantenida en la sede del citado ministerio en Roma, el presidente y propietario del Livorno, Aldo Spinelli -uno de los cuatro delegados de la Primera División para dialogar con la citada comisión-, intentó a toda costa que se le diera el permiso para reducir el aforo del estadio para este partido o, al menos, que entrarán las personas ya con billete (unos 4.000, de ellos un centenar de españolistas).
Pero el Observatorio se negó a ello, pues reducir la capacidad del aforo para poder jugar evitando la aplicación de las normas recogidas en el decreto ley podría ser una vía para ser tomada en el futuro por otros clubes con estadios que no las cumplen. La reducción en menos de 10.000 localidades (el Picchi para la Copa de la UEFA tiene unas 14.500) es una "picaresca" a la que ya se han acogido en el pasado varios clubes italianos, para evitar el denominado decreto Pisanu, aprobado en el 2005 pero que hasta la pasada semana no habías sido aplicado en su totalidad al ser concedidas varias prórrogas.
Incluso, el pasado sábado se pudieron jugar seis de los partidos de la jornada en la Segunda división justo por tener esos estadios aforos inferiores a las 10.000 localidades. Ahora, la "picaresca" no le ha servido al Livorno, que ve como el día (14 de febrero) en que celebrará el 92 aniversario de su fundación jugará el que considera como su partido más importante europeo a puerta cerrada.
Sí estarán el centenar de hinchas (en su mayoría familiares y amigos de jugadores y dirigentes) que ya se encuentran en Livorno y que tenían la entrada. Formarán parte de la comitiva oficial del Espanyol, pues la UEFA, en casos de partidos a "puerta cerrada", permite la presencia de una centenar y medio de acompañantes por cada equipo. En cuanto atañe a los seguidores livorneses que ya compraron su entrada (unos 4.000), un portavoz autorizado del Livorno ha dicho que lógicamente les será reembolsada la cantidad pagada.
Pero el Observatorio se negó a ello, pues reducir la capacidad del aforo para poder jugar evitando la aplicación de las normas recogidas en el decreto ley podría ser una vía para ser tomada en el futuro por otros clubes con estadios que no las cumplen. La reducción en menos de 10.000 localidades (el Picchi para la Copa de la UEFA tiene unas 14.500) es una "picaresca" a la que ya se han acogido en el pasado varios clubes italianos, para evitar el denominado decreto Pisanu, aprobado en el 2005 pero que hasta la pasada semana no habías sido aplicado en su totalidad al ser concedidas varias prórrogas.
Incluso, el pasado sábado se pudieron jugar seis de los partidos de la jornada en la Segunda división justo por tener esos estadios aforos inferiores a las 10.000 localidades. Ahora, la "picaresca" no le ha servido al Livorno, que ve como el día (14 de febrero) en que celebrará el 92 aniversario de su fundación jugará el que considera como su partido más importante europeo a puerta cerrada.
Sí estarán el centenar de hinchas (en su mayoría familiares y amigos de jugadores y dirigentes) que ya se encuentran en Livorno y que tenían la entrada. Formarán parte de la comitiva oficial del Espanyol, pues la UEFA, en casos de partidos a "puerta cerrada", permite la presencia de una centenar y medio de acompañantes por cada equipo. En cuanto atañe a los seguidores livorneses que ya compraron su entrada (unos 4.000), un portavoz autorizado del Livorno ha dicho que lógicamente les será reembolsada la cantidad pagada.