LD (Agencias) Corea del Norte, cuyo programa nuclear ha desencadenado, junto al iraní, una crisis internacional, es desde hace décadas el mayor receptor de ayuda alimentaria del mundo. Sin embargo, la asistencia que presta el Programa Mundial de Alimentos (PMA) no llega a cubrir las necesidades de ni un tercio de los más necesitados del depauperado régimen estalinista.
Organizaciones humanitarias que trabajan en el sudeste asiático han denunciado que la miseria está provocando que decenas de miles de norcoreanos hayan huido a China y Corea del Sur en los últimos años. Los países del entorno temen también que en el próximo lustro se produzca una avalancha en caso de crisis o caída del régimen estalinista.
Datos e informes de las organizaciones, difundidas por Radio Free Asia, desvelan que un 37 por ciento de los niños norcoreanos menores de seis años padece problemas de desarrollo, un veintitrés por ciento está por debajo de su peso normal y un siete sufre raquitismo. Actualmente, el PMA provee de alimentos a 740.000 norcoreanos, en su mayoría mujeres y niños en una grave situación de malnutrición, aunque son en realidad seis los millones de norcoreanos -del total de veintitrés millones- que necesitan alimentos con urgencia. Pero la cifra todavía está lejos de los 2,7 millones de norcoreanos que se beneficiaban del programa hasta que en 2004 tuvieron que recortarlo por falta de fondos.
Paul Risley, portavoz del PMA, explicó que "en los últimos años Corea del Norte se ha convertido en el mayor receptor de ayuda alimentaria, con una media de 1,1 millones de toneladas anuales, lo que supone un veinte por ciento de las necesidades totales de alimentos del país. Si somos capaces de aumentar las contribuciones de los donantes para nuestras operaciones humanitarias, el PMA podrá facilitar alimentos a 1,9 millones".
En 2006 fue suspendido, de nuevo aunque esta vez por el régimen de Pyongyang, el programa de asistencia argumentando que ya no necesitaba más ayuda humanitaria del PMA sino ayuda al desarrollo. Tras cuatro meses de negociaciones, aunque mermado, el programa se reanudó bajo las directrices de la dictadura que afirma que Sistema de Distribución Pública (SDP) podía hacerse cargo. El propio SDP prevé quinientos gramos diarios de cereales por persona en todo el país, pero el PMA cree que en el mejor de los casos se están facilitando raciones parciales sólo en algunas áreas.