L D (EFE) El resultado del Albacete-Almería se puede interpretar como justo, por el primer tiempo fue de dominio almeriense y el segundo manchego. El gol almeriense llegó en una jugada de auténtica mala suerte para los de César Ferrando. La acción comenzó con un error de Buades que entregó el balón a un contrario, el balón llega al interior del área, donde Corona y Peña pugnaron por él, el defensa local despejó, pero el balón tocó en la pierna del ex del Albacete y entró a gol El tanto, que iba a dar justicia al marcador, llegó a los setenta y dos minutos, en una falta de Mané sobre Juan Carlos Sanz que le costó la expulsión con tarjeta roja directa. Cañas sacó la falta, Westerveld no logró atajar el balón, el argentino Leo Biagini lo centró desde la misma línea de fondo, y el central Miquel Buades, en boca de gol empujó el balón. Empate justo entre el Albacete y el Almería.
Una vez más, la conexión Trashorras-Marcos Márquez resultó providencial para los intereses de la UD Las Palmas, que sigue la escalada desde posiciones bajas de la clasificación y, de forma paralela, hunde más al colista Vecindario, del que pocos creen en su salvación. Después de un aviso de Trashorras que desbarató Kelemen en el minuto 4, Las Palmas, agarrada al momento de gracia que atraviesa ese jugador gallego, cobró ventaja después de una espléndida internada por la banda derecha de Marcos Márquez que culminó aquél. A continuación, Trashorras protagonizó una larga galopada que no pudieron frenar ni Mozer ni Prieto; el balón rematado por aquél, tras pegar en David Dorta, terminó en la red. En la reanudación, Márquez atinó a las primeras de cambio. Desde ese instante, el juego entró en una fase más pausada y el Vecindario, ya roto, buscó el área de Pindado casi sin fe. En un contraataque precedido de una clara falta de Mozer a Trashorras, Mirosavljevic se plantó en el área local y acortó la diferencia.
A pesar de jugar cerca de ochenta minutos con un hombre más, el Murcia estuvo espeso y sin ambición frente al Real Castilla, lo que, unido a la poca puntería de los de Míchel, deparó un partido sin historia. Jugar con diez obligó a José Miguel González 'Míchel' a hacer recular a sus hombres, y a situar a Marcos Tébar, quien había saltado al campo como mediocentro, en el eje de la zaga junto a Agus. Javi García quedó solo en el centro del campo, lo que permitió a la pareja de pivotes rojillos -Gibanel y Torrecilla- hacerse con el control del juego. Más se tuvo que esforzar el local José Juan, quien en el minuto 27 vio como el delantero visitante Negredo "cazó" un balón dividido y se encaminó hacia su portería. El meta gallego decidió salir del área, y detuvo el disparo del ariete madrileño claramente con la mano, aunque el colegiado no señaló nada. El rechace lo recuperó de nuevo Negredo, y su disparo, sin portero, lo sacó con la cabeza Iván Amaya bajo palos. En los últimos minutos, un Ciudad de Murcia desesperado se volcó sobre la meta local, aunque con más corazón que cabeza.