(Libertad Digital) José María Aznar defendió en el cuarto aniversario de la intervención militar aliada en Irak la presencia de las tropas en ese país porque entiende que "a pesar de todas la dificultades que encontramos" una retirada rápida de Irak "es una muy mala idea y hay de descartarla". "No debemos salir corriendo de Irak. Abandonar un conflicto siempre es malo, especialmente cuando tus aliados siguen luchando y muriendo", apostilló el ex presidente.
En opinión de José María Aznar "salir de Irak sin proporcionar la estabilidad necesaria para que funcione un sistema político libre, sería dejar a Irak a merced de sus vecinos en el mejor de los casos o el bajo control de terroristas". Y es que el presidente de FAES cree que en ese caso los terroristas "no pararán ahí" y "verán la retirada de Irak como un terrible golpe contra nuestra civilización".
El ex presidente del Gobierno criticó a la izquierda porque "aún cree que el dialogo con nuestros enemigos no sólo es posible sino también deseable y que puede dar frutos. Están equivocados. Nuestros enemigos no quieren hablar con nosotros, ni están deseando llegar a un acuerdo". Aznar subrayó que "para ellos –los terroristas–, o vencen o pierden, no hay nada intermedio. Creen que están en guerra, en una guerra que ellos han empezado, una guerra que nos ha sido impuesta, una guerra que están luchando para vencer".
Aznar reiteró su compromiso con Occidente como "una comunidad de valores" y de "acciones conjuntas, para defender, nutrir y expandir esos valores", y subrayó que Occidente "está pasando una grave crisis".
El origen de esta crisis está en "la creciente confianza de nuestros enemigos mortales, que son en primer lugar los terroristas y los islamistas radicales", por un lado y "fractura interna, dentro de nuestros propios países". En este sentido, Aznar se mostró muy crítico con quienes defienden "la idea de una Europa que haga de contrapeso a Estados Unidos" porque "Europa no puede convertirse en un contrapeso, sólo puede convertirse en un peso muerto".
Para Aznar "en lugar de líderes fuertes lo que solemos encontrarnos son líderes débiles y descafeinados. Y no debemos engañarnos: sin claridad moral, un claro sentido de propósito, resistencia y constancia por nuestra parte, la determinación de los enemigos de Occidente no puede hacer mas que crecer". En sentido opuesto, recordó las palabras de Bush en su segundo discurso de investidura en 2004: "nuestra seguridad depende de la seguridad de otros y que nuestra libertad depende del destino de la libertad en el mundo".
Aznar además de hacer una encendida defensa de la alianza entre Europa y EEUU, aprovechó su presencia en Australia para recordar que FAES impulsó el informe OTAN. una Alianza para la libertad, en el que defiende "la idea de volver a centrar a la OTAN con el fin de ser más activos y eficaces en la lucha contra el terrorismo, y de incorporar a nuevos miembros como Japón, Australia e Israel para llevar a la organización al plano global en el que vivimos".