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BALONMANO

El Portland gana al Kiel pero deberá sufrir para estar en la final de la Liga de Campeones (30-28)

El Portland San Antonio se ha impuesto en Pamplona por dos goles de diferencia al Kiel alemán (30-28), en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones. Tal y como ha transcurrido el partido el resultado no es malo, pero el conjunto navarro se complica la plaza en la final continental, pues se antoja escaso para afrontar con garantías el choque de vuelta en el Otssehalle alemán el próximo viernes.

El Portland San Antonio se ha impuesto en Pamplona por dos goles de diferencia al Kiel alemán (30-28), en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones. Tal y como ha transcurrido el partido el resultado no es malo, pero el conjunto navarro se complica la plaza en la final continental, pues se antoja escaso para afrontar con garantías el choque de vuelta en el Otssehalle alemán el próximo viernes.
L D (EFE) Fiel a su estilo de juego veloz y empleándose con excesiva dureza en defensa, el Portland llevó las riendas del encuentro en la primera mitad con ventajas de hasta tres tantos, aunque el Portland reaccionó a tiempo en una gran segunda mitad en la que llegó a voltear el marcador apoyado por Svensson llegando a lograr una diferencia máxima de tres goles. Sin embargo, unas veces las decisiones arbitrales y otras la precipitación, le condenaron al error y tendrá que sufrir más de lo esperado si quiere disputar por segundo año consecutivo la final de la Copa de Europa.

El Kiel se mostró arrollador desde el inicio y merced a las intervenciones de Omeyer bajo los palos logró un parcial de 0-3 en los primeros compases. Más de seis minutos le costó al Portland inaugurar el marcador, claro presagio de la dificultad que iban a encontrar los navarros para hacer frente al juego germano. No obstante, una inferioridad numérica en las filas visitantes posibilitó la reacción antoniana y un tímido acercamiento en el electrónico (3-4, minuto 10), aunque fue tan solo un espejismo porque el Portland, espeso en ataque y con mucha dificultad para frenar la velocidad asfixiante que imprimía el Kiel, no lograba voltear el marcador y mucho menos hacerse con el mano del partido.

El Kiel, por el contrario, no daba tregua llevando la batuta sin dificultad hasta que poco a poco el siete navarro ajustó su defensa logrando igualar la contienda en el minuto 20 (10-10) y colocarse por primera vez por delante ocho minutos más tarde (17-16), renta que no supo conservar antes de marcharse al vestuario (17-18).

En la reanudación el Portland salió enchufado y dispuesto a hacerse merecedor de un hueco en la final europea. Con un Svensson pletórico en la portería y liderado por Balic y Vugrinec, apeló a la casta y, aprovechando el bajón físico de los alemanes, llegó a alcanzar una renta a favor de tres goles, pero cuando quiso rematar el choque no pudo hacerlo porque se topó con un inspiradísimo Omeyer en la recta final que impidió una ventaja mayor.

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