(Libertad Digital) Federer y Nadal van camino de cruzarse en una nueva final. De cumplirse todos los pronósticos, el Masters Series de Montecarlo albergará el primer duelo del año entre los dos mejores tenistas del panorama. Ambos han solventado sus compromisos de octavos de final con una facilidad pasmosa. El suizo doblegó al coreano Hyung Taik Lee en 65 minutos, mientras el español se impuso en cuatro menos al belga Kristof Vliegen.
No cabe duda que ambos tienen Roland Garros en la mente. Por eso se baten el cobre en la tierra batida de Montecarlo, pero Federer va también hacia otros objetivos. De camino a convertirse en el mejor tenista de la historia –no es un atrevimiento pensar que algún día, si las cosas no se tuercen, lo será-, el suizo está a una de su victoria 500 en su carrera. El italiano Andreas Seppi puede tener el doloroso honor de concedérsela. Por su parte, Nadal ya suma 64 triunfos sobre el polvo de ladrillo. Vliegen no ha podido parar al español, vencedor del Masters Series de Montecarlo en sus dos últimas ediciones.
Para Federer la cuestión es aclimatarse lo mejor posible y controlar más el juego desde el fondo. El suizo perdió su saque en el tercer juego del segundo set pero lo recuperó a continuación. En cuanto amoldó más su juego desde la línea de fondo, supo tomar las riendas del partido. "Una vez que fui capaz de hacerlo, tomé el control. No me sentí demasiado preocupado hoy", señalaba. Pero el futuro aparece ahora más preocupante para el suizo, que defiende 350 puntos en el Principado fruto de la final del pasado año donde perdió contra Nadal, porque su rival es el español David Ferrer, que venció a la nueva sensación del tenis mundial, el serbio Novak Djokovic, ganador en el Masters Series de Miami, por 7-5 y 6-4.
"Es un excelente jugador, sobre todo sobre tierra", dijo Federer sobre Ferrer. "En esta superficie es donde tiene mayor confianza, por lo que será complicado batirle aquí", aseguró el número uno del mundo, que no obstante ha ganado a Ferrer las cinco veces que se han enfrentado, una de ellas el pasado año, en este mismo torneo, y también en cuartos, por 6-1 y 6-3. Para Nadal el compromiso ahora es el alemán Philipp Kohlschreiber que superó al español Guillermo García López, por 5-7, 7-6 (4) y 7-6 (4), en un duelo que el hispano tuvo en su mano, pues dispuso de tres bolas de partido en el segundo set, e incluso llegó a servir con 5-4 en el tercero.
El de Manacor ha vencido ya esta temporada al germano en el Abierto de Australia en cuatro sets. Nadal contará a su favor que está fresco y sin apenas desgaste, mientras que el teutón necesitó dos horas y 57 minutos para vencer a García López. El tercer español en cuartos de final es Juan Carlos Ferrero, vencedor de este torneo en 2002 y 2003, que liquidó al ruso Igor Andreev, por 6-3 y 6-3. Con esa frescura y con las fuerzas al completo, Ferrero se medirá en cuartos con el francés Richard Gasquet que dejó fuera de combate al croata Ivan Ljubicic, por 6-3, 6-7 y 7-5. La jornada hubiera sido triunfal si Tommy Robredo hubiera sacado adelante su partido contra Tomas Berdych, pero el checo se impuso por 1-6 6-3 y 6-2. Berdich, cuyo mejor resultado en Montecarlo ha sido la segunda ronda, se medirá con el sueco Robin Soderling.